Que se vendan medicinas bamba en los mercados y que en una intervención se encuentre, en algún almacén de mala muerte, haya productos medicinales vencidos, es, diríamos normal, porque los hampones, tienen sus zonas donde encontrar incautos para vender sus porquerías, sin importarles la vida y la salud de la gente, que de buena fe cree que está comprando un remedio con el que calmará sus dolencias, ignorando que eso que ha adquirido no es lo más recomendable, sino algo que le podría llevar a cosas mayores.
Pero que en una intervención a conocidas clínicas se haya encontrado insumos y medicamentos vencidos y de contrabando, es el colmo. Es como ponerse en manos del enemigo.
Eso también refleja una total falta de profesionalismo, de un servicio en calidad, donde uno pueda ir a confiar su vida y ponerla en manos de los profesionales de la salud, que deberían ser exigentes con los dueños de las clínicas, sean éstas personas naturales o jurídicas para que mantengan sus establecimientos con las máximas garantías para el usuario.
Que la fiscalía de prevención del delito denuncie que en ciertas clínicas, que se haya comprobado que los insumos para realizar análisis que estaban utilizando habían caducado, es por demás censurable. Un insumo vencido no puede dar un buen resultado, con lo que el usuario no puede saber a ciencia cierta lo que le produce la dolencia que le aqueja, además que ha ido a botar su dinero en un examen que no vale nada.
Esperamos que la autoridad respectiva sancione a estos centros de salud con la severidad que amerita el caso a fin de poner fin a tamaña irresponsabilidad.
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