Volvió el ruido

Las calles de la ciudad de Iquitos con sus cuatro distritos cada día vuelve a la “normalidad” conocida antes de la cuarentena y que, a decir verdad, no nos resulta favorable por el ruido excesivo y la contaminación que genera el humo de motos, motocarros, carros, colectivos, camiones y volquetes.
El ruido va en aumento no solamente en volumen, sino que se amplía a más sectores de la ciudad como la zona del ingreso principal a Túpac Amaru y Micaela Bastidas, donde es ensordecedor además de un tránsito vehicular tugurizado.
Hace un tiempo cercano cuando estaba activo el comité contra el ruido, se trató de sensibilizar a la población sobre este problema, pero parece que poco nos importa porque ya nos habríamos acostumbrado. Lo preocupante es que afecta nuestra salud, principalmente nuestro sistema nervioso.
Podría ser una causal del aumento de las actitudes violentas en las familias, en el vecindario, en los centros laborales, en todo espacio donde se captan situaciones tensas que derivan en violencia verbal, psicológica y física. Una enfermedad social pendiente de encarar y solucionar.
Ahora en estos tiempos de la pandemia que también ha afectado nuestras emociones, no han cesado los casos de violencia y estamos en la obligación como sociedad de aportar para contribuir a revertir esta situación que no es un problema de cuatro paredes de un hogar o de una entidad o empresa, es un problema de salud comunitaria y que también afecta a nuestros alicaídos presupuestos.
En definitiva, no somos una ciudad modelo en el tema de salud ambiental por efecto de los ruidos, pero tenemos que abanderar que sí podríamos respirar un aire mucho menos contaminado, dejando de ser esa “selva de cemento” y convertirnos en una ciudad arborizada y embellecida con jardines. Y si a esto se suma el cese de los ruidos, sería ideal.
Y por supuesto que el estado calamitoso con hendiduras y huecos de las pistas, añoramos que también cambie. Se hacen anuncios y queda solo en ello. Lo que falta es una ciudadanía bien organizada sin influencia de partidos políticos, solo apuntando al bien común para hacer fuerza en la solución a los problemas que nos afecta a toda la comunidad.