Federaciones de las 4 cuencas logran llevar la Consulta Previa del Lote 192 a territorio indígena en la etapa preparatoria

Señalan que antes de continuar diálogo preparatorio es importante que el Estado asegure derechos y seguridad ambiental en el próximo contrato petrolero del Lote 192, porque tiene rango de ley. La próxima reunión sería a inicios de mayo.

PUINAMUDT 27/03/19.- Representantes de la mayoría de comunidades del Lote 192 se reunieron los días 21, 22 y 23 de marzo en Iquitos con representantes del Ministerio de Energía y Minas para la reunión preparatoria de Consulta Previa.

Los días de reunión presentaron problemas usuales de faltas de respeto y de enfoque intercultural, problemas que lamentablemente son práctica común del Estado peruano cuando trata con los pueblos indígenas. Sin embargo, el principal conflicto se debió a la falta de transparencia del Ministerio de Energía y Minas (MEM) relacionada a los avances que el sector sostiene con otro grupo de representantes de comunidades que, si bien son afectadas por el Lote 192, no representan a la mayoría y que, además, jugaron un rol cuestionable durante el proceso de consulta de 2015.

“Ya no queremos consultas con trampas, que la minoría vaya a firmar. ¿Por qué la minoría tiene favoritismo del Estado?”, expresó Anselmo Pizango, apu de la comunidad quechua Pañayacu. “La otra vez no quisimos pisar el palito del 0,75 [para el fondo social], y ustedes firmaron con ellos. No queremos consultas con trampas, queremos consulta de buena fe.”

El día 22 fue de público conocimiento, gracias a una publicación en redes sociales de la página “Pueblos Afectados por el Petróleo”, la firma de un plan de consulta con esos otros representantes en Iquitos; mientras que la mayoría de representantes esperaba la presencia del director de la Oficina de Gestión Social del MEM para recién iniciar la reunión preparatoria. Los representantes mayoritarios esperaban que el MEM diera respuesta a los requerimientos de información de las federaciones FEDIQUEP, FECONACOR y OPIKAFPE, así como que presentara las incorporaciones de las propuestas de las federaciones en su plan de consulta. Sin embargo, esta agenda no se pudo abordar ya que las federaciones y los representantes de la mayoría de comunidades requerían garantizar, en primer lugar, que las siguientes etapas del proceso (publicidad, informativa, evaluación interna, diálogo y decisión) no continúen sin antes ellos haber aprobado el plan de consulta; y en segundo lugar, que la reunión preparatoria de discusión del plan de consulta se diera en territorio indígena para garantizar la participación efectiva de todos y todas. Ante las primeras negativas del MEM frente a la exigencia de las comunidades, el presidente de FECONACOR, Carlos Sandi, denunció “está desnaturalizándose esta reunión”, en relación a los objetivos del diálogo preparatorio de un proceso de Consulta Previa,

“Aquí nos ven a cuatro mujeres representantes de las comunidades. Queremos demostrarle que no somos cuatro mujeres nomás”, señaló Rosa Dahua, apu de la comunidad kichwa Doce de Octubre. “Por eso solicitamos que la próxima reunión sea en nuestro territorio, para que las demás mujeres puedan expresar sus demandas hacia ustedes.”
La desconfianza de los representantes mayoritarios hacia el Ministerio de Energía y Minas y el grupo minoritario de representantes con quienes el MEM sostiene reuniones paralelas, no es infundada. En 2015, durante la última etapa de la consulta previa, las federaciones FEDIQUEP y FECONACOR (entonces FECONACO) no habían llegado a un consenso con el Estado sobre al porcentaje que sería destinado al fondo social de las comunidades y otros puntos. Al pedirse un cuarto intermedio, el MEM y el Ministerio de Cultura aprovecharon para firmar el acta de consulta con las otras federaciones (FECONAT y ORIAP) y aprobar así que el fondo social sea solo del 0,75% de la producción (un porcentaje bastante bajo). Ello fue calificado por los representantes mayoritarios como un acto de traición, y desde entonces no han vuelto a articular sus luchas con dicho grupo.

“Hemos venido los apus que verdaderamente estamos dentro del Lote 192. El estado tiene que respetar nuestra propuesta que sea en nuestro territorio”, señaló Abel Nango, apu de la comunidad achuar José Olaya. “El Estado siempre juega a cansarnos y trabajar con los otros que no tienen representación. Si nosotros no avanzamos en esta consulta, nosotros volveremos a nuestro pueblo a tomar acciones”, aseguró.

En efecto, el otro temor de los representantes mayoritarios es que, si se publica el plan de consulta firmado por las otras federaciones, ello dé pie a que se inicie la negociación directa entre Perupetro y la empresa interesada en operar el lote a espaldas de la población. Por ello, las federaciones FEDIQUEP, FECONACOR y OPIKAFPE también exigieron que se cumpla el compromiso firmado con el Estado en Andoas el 2017 de trabajar con el equipo técnico de las federaciones y Perupetro las cláusulas del nuevo contrato de concesión para los siguientes 40 años; ello, en paralelo al proceso de consulta.

“No solamente han contaminado nuestros bosques, han contaminado nuestra lengua, nuestras costumbres. ¿Eso es desarrollo? Eso no es desarrollo, eso es atraso”, declaró Igler Sandi, vicepresidente de la organización kichwa OPIKAFPE. “Si quieren seguir extrayendo las riquezas de nuestro territorio, tiene que haber garantías que esta vez lo harán bien”, culminó.

Por su lado, Julio Maynas, apu de la comunidad achuar Nueva Jerusalén expresó una posición similar respecto a los años de operación futura en el lote: “Nosotros queremos hacer un buen trabajo por nuestros hijos, confiar que la empresa pueda trabajar bien sin contaminar nuestro ambiente. Queremos que respete el Estado nuestros derechos.”

Para las federaciones es importante tener incidencia en el contrato que suscribirán la nueva operadora y Perupetro, ya que se trata de un contrato de 40 años de duración, con rango de ley, donde se darán los lineamientos para las responsabilidades ambientales y sociales. Las federaciones han presentado sus propuestas a Perupetro en dos oportunidades; sin embargo, aún no responde a las federaciones indígenas de manera concreta. Los y las representantes sospechan que esta demora para convocar a estas reuniones se debe a que el Ministerio de Energía y Minas firmó un plan de consulta en diciembre de 2018 con el otro grupo de representantes (que en total suman 8 comunidades dentro del lote), donde estos últimos autorizan dar inicio a la negociación directa y se comprometen a aprobar la resolución ministerial de dicho contrato SIN siquiera tener incidencia en él.

“No hay ningún avance, ¿de qué estamos hablando?”, señaló Adolfina García, Madre Indígena achuar de José Olaya, sobre los incumplimientos del MEM. “Si les interesa los recursos naturales en nuestro lote, pues que se acerquen a dialogar allá”.

Con estos argumentos, las federaciones lograron, luego de tres días de reunión, que el MEM se comprometa a NO dar inicio a las siguientes etapas de la consulta sin antes haber firmado el plan de consulta con las comunidades en mayoría representadas por FEDIQUEP, FECONACOR y OPIKAFPE. A su vez, se acordó que la siguiente reunión preparatoria sea realizada en la comunidad nativa José Olaya el 2 y 3 de mayo de este año, donde recién se discutirá el contenido del plan de consulta. El MEM también se comprometió a llamar a una reunión técnica en Lima con Perupetro y las federaciones para trabajar las cláusulas del contrato en los próximos 10 días.