«¡Cuando un maestro muere…nunca muere!»

-Falleció docente Irma Estela Tuesta Ríos

-Féretro recorrió histórica Plaza 28 de Julio donde en más de una oportunidad la maestra elevó su voz para conseguir justicia social en Loreto.

-Restos fueron sepultados ayer en Cementerio «San Miguel Arcángel».

Como hace años expresara Bertolt Brecht: «Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles». Una frase que viene muy bien en este texto de despedida a la maestra Irma Estela Tuesta Ríos, quien luego de una larga agonía en EsSalud donde después de permanecer casi un mes en cuidados intensivos, el día sábado a las 9 de la mañana dejó de existir.

De inmediato la noticia llegó a oídos de todos los integrantes del gremio magisterial, así como a los de aquellos auténticos luchadores sociales, que pese a estar en sus «cuarteles de invierno», no pierden aquella capacidad de indignación frente a los acontecimientos de abuso que  impone muchas veces el poder ante la clase vulnerable y ante los pueblos sumidos en el olvido, como la Amazonía.

Amazonía amada por la docente que participó en más de una lucha por conseguir para Loreto el otorgamiento del Canon Petrolero, del cual hoy muchos gozan a sus anchas. Por ello las decenas de colegas, familiares y amistades que le dieron el último adiós el día de ayer en las inmediaciones de la Plaza 28 de Julio, no solo la recuerdan como una mujer indoblegable ante la adversidad, sino también su espíritu de lucha y su infatigable optimismo por mejorar cada día su capacidad. Es por ello que después de haber laborado en la zona rural llegó a Iquitos para estudiar en la UNAP y así conseguir el título de docente de nivel secundario, el cual estuvo desarrollando hasta el año pasado a sus 78 años de edad.

Ayer antes de ser sepultada parte de sus colegas dijeron lo siguiente con voz entrecortada:

Prof. Wagner Grateli: «Fue mi promoción en la Universidad ya que empezó a estudiar con mayoría de edad. Su muerte ha sido un duro golpe para el magisterio, su participación en las luchas de los maestros y a favor del pueblo son reconocidas por todos».

Prof. Eulogio Lozano: «Una maestra consecuente, buena y con un estado de ánimo siempre alegre, acogedor con el alumnado, animosa en lo quería hacer nunca fue pesimista, siempre optimista».

Prof. Eloy Pizango: «Fue fundadora del Sutep, profesora sindicalista, política, madre ejemplar. Hay muchos recuerdos que vienen a nuestra mente en estos instantes».

Prof. Melquiades Flores. «Guardo gratos recuerdos de ella, una maestra y madre ejemplar. Siempre trabajó preocupada en la mejora de la calidad educativa, estuvo primero en el medio rural y luego vino a superarse e ingresó a la Universidad para titularse de profesora en el nivel secundario».

Prof. Jorge Ivan Rengifo García: «Cómo no sentir en el alma la partida de esta ejemplar combativa del magisterio loretano, cuando en los momentos más críticos de la represión ella y otras ejemplares y dignas luchadoras (Carmela Márquez, Púpela, etc..) se encargaban de asistir a los heridos y a los encarcelados, llevando inclusive hasta sus hogares la colecta ayuda solidaria del magisterio que ella y su equipo lograban reunir. Cómo no recordarla cuando las visitas para los encarcelados era prohibido, y ella se las agenciaba para llegar hasta tu celda con algún bocadito, no solo material, sino espiritual y lleno de esperanzas que en esos momentos difíciles para un preso era como un bálsamo que fortalecía más el temple de los militantes del glorioso sutep de entonces. Gloria eterna para Estelita.

Prof. Orlando Escudero. «Quedan una serie de anécdotas de Estela Tuesta Ríos, pero hoy quiero resaltar su labor apostólica en el aspecto pedagógico enseñando a miles de estudiantes. Tuvo gran identificación con las luchas no solo del magisterio, sino del pueblo loretano, se entregó en cuerpo y alma a las causas populares. Todos le debemos mucho a la profesora, su partida hoy causa un profundo dolor en el corazón de todos los que la conocimos por haber sido una mujer honesta, alegre, consecuente, laboriosa y comprometida en su función».

«¡Cuando un maestro muere…nunca muere!», es uno de los lemas que el gremio magisterial expresa a viva voz cuando parte definitivamente de este mundo un maestro que siempre luchó por el bien común. Irma Estela es una de ellas. Murió el sábado con lluvia intensa, la sepultaron ayer con una lluvia refrescante como su presencia, sostenida como su carácter a la hora de velar por su pueblo.

Ingresó al hospital por dengue teniendo malaria grave, un tema que sus familiares verán si actúan o no en el asunto negligente. Sin embargo, finalmente hay que resaltar que la combativa maestra batalló duró hasta donde una verdadera guerrera sabe que tiene que estar, para luego emprender la partida final dejando una estela de enseñanzas que desde ya viene siendo seguida por las generaciones a las que educó. Descanse en paz maestra loretana, usted cumplió con su obra en este mundo.