Atravesamos difícil situación económica

Lo más preocupante en nuestros tiempos actuales, aparte ciertamente de los problemas ya conocidos en cuanto a las pésimas condiciones de los sectores salud y educación, así como las deficiencias en materia de servicios básicos como energía eléctrica y agua potable, es indudablemente la falta de una reactivación de nuestra economía, la misma que parece languidecer en estos últimos meses, debido a una serie de factores que deberían ser explicados didácticamente por especialistas en la materia.
Sin embargo, una simple mirada al diario acontecer local nos hará ver una triste realidad: no hay trabajo, nuestras exportaciones son mínimas, la tan prometida región productiva no existe, los jóvenes que egresan de la secundaria e incluso de las universidades, se encuentran desorientados por falta de oportunidades, como si en las casas de estudios superiores solo hubieran sido formados para engrosar las filas del aparato estatal y no para formar su propia empresa.
Y, lamentablemente tienen en sus mismos profesores a malos ejemplos, porque la mayoría de ellos -los profesores- solo se dedican a la docencia, no han formado empresas, no han ingresado al universo de los ejecutivos exitosos o de las empresas privadas de prestigio, solo se han quedado en eso: en docentes universitarios porque ahí, la tienen fácil como se dice criollamente, ahí no necesitan demostrar capacidad ni productividad, ahí trabajen o no, asistan puntualmente o no, igual cobran a fin de mes
Sin embargo los que arriesgan su capital formando pequeñas, medianas o grandes empresas, sí se las tienen que ver con una serie de factores: desde las licencias de funcionamiento, permiso de operaciones, contratación de personal y los sueldos a pagar, obligaciones de atenciones en la seguridad social, pago de impuestos a la Sunat y otras tantas obligaciones y ahora la poca capacidad de compra por parte de la colectividad, agudizan la crisis por la que estamos atravesando
En las tiendas comerciales, en restaurantes chifas y pollerías la asistencia de público es mucho menor que en meses anteriores, lo que, incluso, ha obligado a que los propietarios de algunos establecimientos opten por reducir personal, como una forma de disminuir sus obligaciones. Los mismos cuidadores de motos sienten esta realidad, por la poca presencia de vehículos en las cercanías de los establecimientos. Esta situación preocupa y hasta desespera. Ojalá pase pronto.