Violación: Ataque brutal

Observaciones policiales tan tontas como preguntar a una chica violada cómo vestía en el momento, si había estado en una fiesta bebiendo licor, si sus amigas son vírgenes, muchas veces han hecho que las denuncias de las víctimas queden impunes.
La violación es uno de los más terribles y traumáticos momentos por el que pasa la víctima por el ataque brutal. Niñas y adolescentes han caído en manos de sus victimarios quienes les han forzado o drogado para que no puedan defenderse del atropello sexual.
Para este tipo de casos, el policía debería estar muy bien capacitado en el tema como también los fiscales, que por no llevar correctamente los presupuestos que exige el Nuevo Código Procesal Penal, encuentran objeciones en los jueces que se ven atados de manos para decidir la suerte del atacante.
Al momento existe un elevado índice de violaciones, denunciado ante las entidades correspondientes, tanto de violencia sexual como familiar, donde la mujer tiene que soportar increíbles vejámenes de sus parejas.
Hasta hoy, no existe la tan cacareada igualdad entre el hombre y la mujer, a pesar de declaraciones universales, dispositivos y leyes que pregonan tal cosa. Desgraciadamente aún el mundo es machista, la sociedad misma es la que permite que se siga considerando a la mujer como un ser de segunda categoría.
Eso hace que hasta nuestros días, el hombre esté más protegido por el Estado, que solapa y protege los mezquinos intereses varoniles.
Otra forma de violación, esta vez a los derechos del niño y del adolescente, es cuando se los explota en trabajos propios de adultos. Estos delitos no tienen una pena que escarmiente a quien los comete. El Congreso se resiste a legislar con penas más severas y eso va contra todo lo que signifique bienestar y tranquilidad para la población femenina.