Están a punto de afilar sus lanzas por un problema de territorio entre los grupos étnicos Awajún de San Martín y Shawis de Loreto. El tema es serio. Nuestros hermanos nativos cuando de defender sus tierras se trata, se van al enfrentamiento, como lo registra la historia de las nacionalidades amazónicas. Aquí no se trata de buenos o malos, es un tema de propiedad que reclaman ambas partes.
Para los Apus Shawis está claro que los Awajún invadieron sus territorios. Las autoridades políticas y técnicas de la Dirección Regional Agraria tendrán que resolver el problema porque la resolución fue emitida por este sector, de acuerdo a su competencia, solo que con ese «pequeño error» que tiene ahora enfrentados a nuestros hermanos nativos.
La solución es práctica. Si los Shawis tienen razón deben revisar la resolución y con los argumentos técnicos de rigor anularlo. La decisión no solo es política. Esperamos que con diálogo lleguen a un razonable entendimiento con la participación de las autoridades regionales de San Martín y Loreto.
Este caso es solo una muestra de cierto desorden que se percibe al momento al certificar límites territoriales, porque, al parecer, no existe un cruce de información eficaz entre las entidades que intervienen en estos procesos, incluyendo la concesión de tierras a organizaciones que en ciertos casos sorprenden a los pobladores con proyectos que no les muestran y que solo les comentan.