Por: Luis Eyten Yalta Rodríguez
El gobierno plantea una educación en la que el docente no debe ser un trasmisor de conocimientos que obliga al alumno a memorizar conceptos, sin embargo, utiliza un método contrario a lo que predica en los diversos procesos de evaluación, pues obliga a los docentes a memorizar una gran cantidad de contenidos que poco o nada les sirven en la práctica diaria.
Los exámenes que el Ministerio de Educación aplica a los docentes son estandarizados, es decir, el mismo contenido debe ser memorizado por un docente de inicial, primaria y secundaria. Pienso que dichas evaluaciones deberían ser aplicadas conforme al área de cada docente, es decir, al de inicial deberían evaluarle solo con contenidos de inicial y lo mismo debería hacerse con los de primaria y secundaria, este último de acuerdo a la especialidad que tiene, porque eso es lo que se aplica en la práctica diaria en el aula.
Otro punto del cual quiero ocuparme es acerca de la maestría. En un medio de comunicación alguien dijo que el docente que no tiene maestría no será contratado, como si la maestría costara una bicoca, fuese gratis o, en el mejor de los casos, el gobierno costearía los estudios de dicho grado. Mi opinión, maestros, es que tener una maestría, hoy en día, no es de mucha ayuda, pues no te garantiza un contrato, ya que esto depende del puntaje que hagas en las evaluaciones, es decir, si haces bajo puntaje, por más que tengas grado de maestría, no serás contratado, ya que la maestría no aumenta tu calificación, solo sirve para desempatar puntajes iguales. Además, analizando el tema de la maestría, ésta aumenta los conocimientos respecto a metodologías de enseñanza. En ese sentido pregunto a los docentes que cuentan con este grado de estudios: ¿ha mejorado el rendimiento académico de sus alumnos? La respuesta la saben ustedes.
Otra opinión que tengo respecto a este punto es que a mayor preparación, mayor debe ser la remuneración. Si yo tengo maestría, la remuneración que percibo tiene que ser más que uno que solo tiene el título de licenciado o profesor. Pienso que esto es una buena forma de incentivar al docente a estudiar más y de esa manera tengamos maestros bien preparados para enfrentar los retos de la educación de hoy.
Hace poco, el director regional de Educación, Prof. Jair Márquez, dijo en un medio de comunicación que una alternativa para evitar los diversos problemas que se producen cada año en el proceso de contratación (incluyendo coimas, influencias y arreglos bajo la mesa) es nombrando a los maestros. Nada más lógico, pero, a la vez, utópico, porque mientras tengamos autoridades que no se interesan por mejorar el sistema educativo esto no será posible.
Concuerdo con el profesor José Barletti, en que para mejorar la educación se debe cambiar algunos aspectos. Por ejemplo un docente que durante todo un año laboró en una I.E. al año siguiente debería seguir laborando en la misma institución y no ser cambiado por otro docente, pues cada docente tiene su propio método de enseñanza. Además el docente que entra no conoce la realidad de los alumnos. Otro aspecto tiene que ver con la permanencia de los alumnos en la I.E. porque para que haya buenos resultados los alumnos que se matriculan en el primer grado de educación primaria o secundaria, ellos mismos deben permanecer hasta el último grado que dura cada nivel. De esa manera el docente puede conocer a fondo la realidad de cada uno y formar buenos estudiantes.