TRIBUNAS VACÍAS…. ¿DÓNDE ESTÁ ESE SENTIMIENTO LORETANO?

Por: Luís Roldán Ríos Córdova      rioscordova2010@hotamial.com

 

Revivamos aquellos tiempos de éxito futbolístico de nuestro engreído, el CNI, que llenaba de gloria a sus seguidores derribando a su paso al José Pardo, Aviación, Politécnico, en Iquitos, luego en otra etapa ir dejando en el camino a sus rivales de Yurimaguas, Pucallpa, éste último encarnizado «enemigo» que no podía vencer al CNI ni aquí ni allá, quien luego miraba a San Martín en busca del poderoso Juanjui, Moyobamba o Tarapoto para llegar orgullosa a la finalísima en Lima. En las buenas y en las malas las tribunas reventaban. ¿Por qué tribunas vacías ahora?… ¿Dónde está ese SENTIMIENTO LORETANO?

¡Si, si, si, ARRIBA CNI…..!

Es el retumbar de los parlantes que nos ensordecen de entusiasmo electrónico en el vacío Max ante un lamentable ausentismo de la hinchada, la electrónica reemplaza el calor y la presencia humana que debería ser quienes eleven los decibeles con el entusiasmo vivo de gente que vive el futbol, uno de los deportes que apasiona a grandes y chicos, mujeres y hombres, siguiendo con orgullo y cariño a ese  equipo que ha nacido entre nosotros.

¿Te has preguntado cuánto afecta a la moral del jugador ver las tribunas vacías?

CNI era el orgullo regional. Era el CNI de todos, de los hinchas de Sport Loreto, José Pardo, Politécnico, en Iquitos. En toda la Región, sin pecar de pretencioso, hacía de referente futbolístico, en pueblos y caseríos estaba el CNI en la boca a la hora de pelotear con los amigos.

Época gloriosa del CNI logrado con la presencia masiva de la hinchada en el viejo Max.

En esas épocas los jugadores tenían el corazón en las piernas por el orgullo de ganar y satisfacer a sus seguidores, los dirigentes se desvelaban más que para el sueldo, para los implementos deportivos, los pasajes, la alimentación, algunas propinas para los jugadores, entre infinidad de otros gastos inevitables.

Un equipo de futbol no es y nunca ha sido para ganar plata, por lo menos en el Perú, no.

Pero, los tiempos han cambiado, las reglas, las costumbres también, de modo que el corazón de los jugadores ahora anda más en los bolsillos, la realidad del futbol profesional y no profesional es así. Qué vamos a hacer, la modernidad llega, no podemos encerrarnos a ser hinchas que sólo criticamos con sentido destructivo, esperando que los dirigentes del equipo hagan todo, se desnuden por atender económicamente a los jugadores, sin la presencia del hincha en las tribunas.

Ser hincha no es únicamente salir con frenesí a correr las calles en una interminable caravana de tres horas ante el cual se rinden autoridades y policías. Es la felicidad del pueblo, se interpreta. Todos entendemos eso; hasta mirando extasiados desde la vereda de la casa el desborde de felicidad, por lo que nuestro equipo consigue, participamos de la caravana.  ¿Y luego qué?

¿Dónde está ese sentimiento loretano que es el CNI?…. Hincha, demuéstralo en las tribunas, el equipo te necesita.

¿O acaso nuestra caravana es sólo el desborde de una frustración generacional de nuestras juventudes que  aprovecha el momento y lo usa como válvula de escape?

¿Qué intenciones lleva ese vociferado «sentimiento loretano», cuando su presidente busca la manera de solucionar el problema de pago a los jugadores y otros desasosiegos económicos?

¿Por qué ese sentimiento loretano sólo llena los estadios cuando viene la «U» o el «Alianza»?    Loretano, yo no te entiendo. No te entiendo porque cuando el presidente del Club albo busca formas y maneras de sacar al equipo de sus necesidades lanzas el grito al cielo esgrimiendo tu manida frase: «CNI ES UN SENTIMIENTO LORETANO QUE NO SE VENDE NI SE NEGOCIA».  Si no asistes al estadio porque no es la «U» o el Alianza quien viene; entonces, ¿Cómo puede haber un equipo en óptimas condiciones de competencia en medio de una actualidad signada por el dinero, que ya no podemos eludir?

¿Por qué tribunas vacías, acaso porque el presidente de tu equipo es un rival en la política?  O lo que quieres es que ese dirigente se venga abajo, no te importa si con él tu equipo desaparece del tablero nacional. ¡Qué pena! Sin ser muy inteligente esa es la lectura que se puede sacar de tu ausencia en las tribunas. Critiquemos, hagamos ver los errores, debe haberlos seguramente, la perfección no es posible, pero no abandonemos al equipo. Es como castigar a un inocente niño por castigar a sus padres.

Reflexionemos, el sentimiento debe verse positivamente para seguir teniendo futbol profesional en Iquitos, que generando una serie de pequeños negocios beneficiando a algunas familias también nos trae emociones, fecha a fecha, aunque tengamos que salir del estadio unas veces felices, otras llorando, algunas veces humeando, el futbol es así, eso le hace pasión de multitudes.

No puede haber final feliz cuando más de la mitad de los pocos asistentes al estadio van con entradas regaladas. Tengo moral suficiente para afirmar que nadie puede decirme que me ha regalado entradas, compro porque sé que mi equipo necesita mi colaboración. No me interesa su dueño, es mi equipo, punto. Tengo la manía de no sentirme digno del equipo que digo querer si voy al estadio sólo cuando me regalan entradas. Sé que esto sonará raro y tal vez le resulte difícil de creer a quienes no saben lo que significa ser hincha y dirigente, demostrada en la precariedad de sentimientos cuando veo algunos loretanos que llevan a sus hijos con el uniforme de equipos ajenos a la Región, dando lecciones que hinchar a equipos de afuera por encima de lo nuestro, es lo mismo que decir: Amo a mi barrio pero no a mi hogar.

Mi admiración, mi respeto a todos los dirigentes de equipos, quienes quitándole horas a su familia, aparte de dinero, dan su vida  y se entregan con agallas más allá de las caravanas, más allá de sólo decir que es un «sentimiento loretano» y más allá de gritar: Si..Si…Si…ARRIBA CNI sólo cuando campeona.