Terapias

Las limitaciones en cuanto a las atenciones de salud mental y por supuesto a las consiguientes terapias, hace mucho tiempo que la alerta en este asunto está en pendiente de encontrar una solución para las atenciones.
El tema es complejo, porque no solamente estamos hablando de las personas que, sintiéndose en la necesidad de atender su salud mental, acuden a los nosocomios o a los centros específicos que ofrecen las atenciones médicas del caso; sino también de otro tipo de pacientes potenciales.
Y nos estamos refiriendo a decenas de personas de diferentes edades que deambulan perdidos por las calles de la ciudad de Iquitos, sin ninguna esperanza de ser requeridos para que sean tendidos y recuperados.
Ello se debe, a que prácticamente se encuentran abandonados por sus familiares, o estos se han visto impotentes para el apoyo que requiere su ser querido, generalmente por su negativa violenta de recurrir a un tipo de evaluación de su salud.
Este tipo de personas que transitan por las calles con las alteraciones de sus emociones y trastornos mentales, son quienes también representan un peligro para la sociedad, justamente por el grado de violencia que va en aumento tras el deterioro de su salud.
La necesidad de atención a este tipo de enfermos pasa por un tema hasta de responsabilidad fiscal, por el hecho de la prevención del delito que podrían cometer, por lo que es importante que se den las condiciones para que también sean atendidos, a pesar que se niegan.
Es que representan un real peligro, y se tiene que reconocer en los hechos que son peruanos que gozan de derechos y que en la Constitución se garantiza, en cuanto a la atención que requieren de urgencia.