Estando en una época donde se ha avanzado en la atención a los casos de niñas, niños y adolescentes que son violentados sexualmente, tengamos todavía que estar sintiendo mucha impotencia porque no se tiene a los profesionales para atender, oportunamente a quienes lo necesitan.
Esto se ha evidenciado aún más luego del colapso del sistema de salud durante la cuarentena, aunque actualmente varias regiones del país todavía están sufriendo lo que nosotros pasamos en abril y mayo, con un número alto de muertes diarias, que como sabemos a nivel de Iquitos bajó, pero tenemos que seguir cuidándonos.
Entonces cuando pasó el colapso del sistema de salud en Iquitos, se fueron evidenciando los problemas de la salud mental que tampoco son atendidos debidamente, y esto trajo otra evidencia, que los casos de los menores que sufren violaciones sexuales, también carecen de esa terapia oportuna.
Eso porque por un lado nos inclinamos a buscar que los agresores sean castigados y con justa razón, pero descuidamos la parte de una atención efectiva para la recuperación de la víctima, que sea niño, niña o adolescentes ha quedado con lesiones psicológicas graves.
Si bien al pasar por el médico legista incluye también una evaluación psicológica, eso entendemos es para el procedimiento judicial contra el agresor o agresora, pero la terapia de recuperación de la víctima es otro proceso diferente al proceso judicial. Bien, se hace justicia y el agresor queda castigado de acuerdo a ley, pero ha quedado pendiente el soporte psicológico que incluye a la familia, para la total recuperación de la víctima y no seguir con la revictimización.
Y cómo se presenta esa revictimización, una forma es haciéndole sentir culpable de lo que le ocurrió, y eso no es así; haciéndole pensar que por lo ocurrido ya no tiene derecho a ser tratada o tratado con absoluto respeto, nada más falso; o algo peor, hacerle pensar que tras la violación sexual tiene tendencia a dedicarse a la prostitución o en el caso de los varoncitos se volverán homosexuales. Esto es falso y se tiene que trabajar mucho en la recuperación de las víctimas.
Como sociedad también tenemos la responsabilidad de no reforzar estos pensamientos y más bien ayudar a nuestros infantes y jóvenes víctimas de criminales sexuales, a que se recuperen y sigan su vida y sus sueños con la mayor normalidad posible. Y el Estado debe garantizar en el sistema de Salud que la terapia de recuperación de víctimas de violencia sexual de menores de edad, así como de mayores, sea efectiva.
Terapia oportuna
