Somos parte de una sociedad donde desde la escuela nos han inducido al individualismo, en nombre de una sana competencia que en realidad es entorpecedora, porque de sana no tiene nada, peor cuando se nos empuja a sobresalir “cómo sea”, atropellando, hasta con ribetes de fraude.
Sólo un ejemplo, cuando a los estudiantes del nivel primaria se les manda a realizar una maqueta y no se valora la realización de la misma a la vista del docente, y siendo tarea para la casa el estudiante con mayor posibilidad económica encargará que le hagan el trabajo a un entendido y tendrá una buena calificación, frente al que lo hace sólo desde su reciente experiencia, cuando este último es lo que tiene más valor.
Se configura un “fraude”, claro que sí, porque no lo hizo el propio alumno, y así una larga lista de casos. Que, si bien se practica el trabajo grupal, la colaboración sincera y permanente entre las y los estudiantes, todavía no tiene la fuerza que se necesita para conducir mejor los aprendizajes y comportamientos sociales.
Y por qué es importante esto del interés del uno por el otro, de la colaboración, sin perder la particularidad de las personalidades; es muy importante porque ensayamos la preocupación del uno por el otro dentro de las familias y sus diversas composiciones, en la comunidad, en el aula, en el trabajo, y en cuanto espacio social nos desenvolvamos.
Este aprendizaje de mirarnos más como colaboraciones, qué como competencias, sin ir a extremos del individualismo, será genuino y fluirá al momento de interesarnos de verdad por lo que les pasa a otros en nuestro alrededor. Con esta base, estamos seguros que campañas como “También es mi problema” del Ministerio de la Mujer, tendrán el mayor de los éxitos. Mientras estamos en ese proceso.
Esta campaña está destinada a luchar contra la violencia ejercida en perjuicio de mujeres y niñas, es por ello que se viene solicitando el apoyo de toda la sociedad peruana. Que lo grave que puede estar viviendo una mujer o una niña no es sólo un problema de las cuatro paredes de una casa, sino de toda una ciudad, región o del país. Se conocerán más detalles de la campaña y nuestro compromiso de apoyo comunicacional es permanente.
“También es mi problema”
