La experiencia y el aprendizaje de muchos años, generalmente te llevan a manejar las situaciones difíciles con prudencia y sobre todo, serenidad. Es la percepción que tuvimos al escuchar al presidente Francisco Sagasti, en la exposición y conferencia de prensa transmitido en directo a nivel nacional.
Resulta interesando escuchar a un Mandatario de la Nación decir que su país es diverso y por tanto las medidas no tienen que ser iguales para todos. Diverso no solo por comportamiento, sino por otros factores que determinan ciertos resultados, en este caso frente al Covid-19.
Y lo importante también que el tratamiento será distinto, justamente por esa diversidad. Esta es la línea que debe funcionar en todos los planes de trabajo y de las políticas de gestión de los gobiernos, acordes con un gran plan nacional de desarrollo por regiones y realidades históricas, culturales, geográficas, etc.
Siempre decimos que somos un país diverso, pero no lo aceptamos ni menos sentimos. Esto se puede evidenciar en nuestra vida diaria como país, en la toma de decisiones sobre determinadas situaciones, pero esta vez el presidente Sagasti nos dio una sorpresa inteligente al junto a sus ministros anunciar las medidas diferentes por tres grupos de regiones, que además irán variando. Va depender del avance de la infección del virus.
El muy delicado tema está en la mano de todos y todas: autoridades, privados y un sin número de instituciones, y por supuesto que la población en total. Se espera que se cumpla con la invocación del presidente y así evitaremos de ir a medidas mucho más estrictas.
Debemos entender que el simple acto de ponerse, mascarilla, el lavado constante de manos, la distancia entre personas y evitar la aglomeración. Solo nos queda orar y cumplir con las indicaciones básicas.
Serenidad, ante todo
