Se le escapa la vida a madre traída desde el Putumayo

  • Desde el 4 de abril llegó a Iquitos, la instalaron en la Casa Estancia y se olvidaron de ella.
  • Familiares no pudieron llevarla a su casa por la precariedad en que viven.

Y también con la esperanza de que estando cerca al hospital, sea atendida prontamente y así salvar su vida. El pronóstico de Nazareth Conde López, a simple vista, es reservado. Muy delicado. Su madre (Nélida) la mira, le coge sus brazos y dice que cuando llegó a Iquitos tenía más carnecita en ellos, que ahora no tiene nada.
Su hermana, Marlene, se queja y con razón. Ha estado pidiendo y solicitando por diversos medios que su hermana sea operada del tumor que tiene en el vientre, pero nadie la escuchó. Le dijeron que faltaba un aparato llamado multiprocesos, lo consiguieron en Trujillo, cuando ya lo tenían, les dijeron que ahora ella estaba con baja hemoglobina y tenían que conseguir unidades de sangre.
“Yo lo que veo es que no les interesa la vida de mi hermana, yo veo que día a día su vida se está apagando. Vinieron unos señores del SIS hoy (ayer) en la mañana, le hicieron unas preguntas y se fueron. Se supone que a ella la evacuaron desde el Putumayo, cómo es posible que no la hayan hospitalizado, revitalizarla para poder operar; pero no, la han traído a esta cama de la casa donde se le está escapando la vida. Yo lo veo así”, dice la hermana.
Hay que resaltar la gestión que viene haciendo el consejero delegado Meder Cárdenas, aunque las esperanzas de vida de la señora se acorten día a día.