Reactivación general

Iniciamos el mes de marzo de 2021 con el ingrato recuerdo que fueron los últimos quince días de vida en la antigua normalidad, esta fresca en nuestra memoria, y claro que sí, imposible negarlo: lo añoramos muchísimo, pero somos conscientes que podría ser dentro de unos cuatro años, ojalá fuera menos.
Y empezamos también el mes sin la cuarentena, aunque en la ciudad de Iquitos no se le sintió mucho, porque como ustedes y nosotros conocemos un alto porcentaje vive de lo que logra hacer durante horas. Entonces cómo ir dinamizando para lograr que en el marco de la nueva normalidad reactivar lo más posible las diversas actividades económicas.
Por supuesto que el cuidado tiene que ser mayor y el uso de las mascarillas, lavado de manos lo más constante posible, echar alcohol en las manos también. Nadie puede decir a estas alturas de la pandemia que el confinamiento es un buen camino para superar la crisis económica.
Ese es el camino que desde ya tenemos que reforzar con optimismo, y las dos más grandes riqueza que tenemos son los recursos del bosque (agro, madera, servicios ambientales, ecoturismo, etc.) y los recursos del agua donde también tenemos una gran cantidad de recursos que están en ella.
En ese marco la ansiada reactivación debe replantearse en un plan donde ingresen actividades directamente ligadas a los recursos naturales que tenemos y con el respectivo valor agregado. Es un tema por demás urgente, y podemos hasta revisar lo que ya está normado en ese sentido, y exigir que se cumpla.
Así como es de suma importancia aplicar el Plan Contra el Covid-19 en toda la región, en la misma magnitud se debe primero elaborar un Plan de la Reactivación Económica (si es que no hubiera), socializarlo, recoger sugerencias, propuestas e ideas, y luego ir a la acción de forma articulada y no esperar que la crisis económica (desde antes ya crítica) nos asfixie, para querer reaccionar. Que no se repitan dolorosas experiencias por falta de previsión.