Puinahuinos piden paz y cese de enfrentamientos

  • Hablan los afectados por posible paralización del Lote 95


La preocupación, impotencia y tristeza son los sentimientos de la gran mayoría de ciudadanos del Puinahua ante las violentas protestas que promueve la Asociación Indígena de Desarrollo y Conservación del Bajo Puinahua (AIDECOBAP) contra la empresa PetroTal y Puinahua.
El perjuicio de la medida de fuerza protagonizada por personas de otras localidades provistas de lanzas y armas de fuego causa un daño económico y emocional a los vecinos del Puinahua que están acostumbrados a vivir y trabajar con tranquilidad.
El acuerdo que restableció la paz en el distrito- producto del diálogo entre la Junta de Autoridades del Puinahua (JAP), AIDECOBAP y otros actores sociales- podría quebrarse por las amenazas de James Pérez, presidente de la asociación, quien persiste en coaccionar a la empresa con protestas que buscan paralizar su operación y el transporte del petróleo, tal como ocurrió en marzo pasado.
Sin luz ni agua
Gustavo Aquituari es el encargado de la planta de agua de Bretaña, la capital de Puinahua y advierte que una eventual paralización del Lote 95 interrumpiría el abastecimiento del combustible que la empresa dona al distrito para generar energía eléctrica.
Este desabastecimiento causaría un efecto dominó que terminaría dejando a Bretaña sin luz ni agua pues las dos bombas que permiten abastecer las viviendas con el recurso hídrico necesitan un suministro seguro de energía eléctrica.
“(La paralización) afectaría mucho el tema laboral, se perdería empleos, trabajos, todo se posterga, nos vemos afectados toda la población, todo sería un caos”, advirtió.
De igual forma, lamentó que las protestas hayan causado diferencias entre “amigos, vecinos y hermanos”. “El pedido directamente sería que se llegue a un buen acuerdo, a un dialogo para poder ver un mejor desarrollo para nuestro distrito”, exhortó.
Niños aterrorizados
Para Roxana Murrieta, vecina del Barrio Bajo de Bretaña, es muy penoso lo que se está viviendo en la localidad. “La semana pasada nos han golpeado los que se hacen llamar indígenas, pero en 50 años (que tengo) nunca he visto indígenas en Puinahua”, comentó.
Denunció que los manifestantes provistos de lanzas aterrorizan a los niños de Bretaña con sus armas, gritos y amenazas. Pero el mayor perjuicio sería la paralización del lote porque, según doña Roxana, afectaría los trabajos de sus hijos y esposos. “¿De qué van a comer nuestros hijos si esos señores vienen y nos generan atraso?”, cuestionó.
“Llamo a la reflexión a mis vecinos, a (James) Pérez, (Jorge) Tacuri y José (Fachin) no los necesitamos acá. Por ellos es lo que vivimos así, siempre hemos vivido en paz”, exhortó.
La bendición del Puinahua
Para graficar el perjuicio que causan los enfrentamientos en Puinahua, Raúl Yuyarima, pastor evangélico de la casa de oración Puerta del Cielo de Bretaña, pone un ejemplo:
“Nosotros vendemos comida, cuando hay un paro apagan la luz, no dejan sacar petróleo, sin luz no podemos vender, si no estás del lado de los nativos o de los mestizos, la gente no te compra”, explicó
De forma categórica afirmó que si el Lote 95 se paraliza sería un caos porque la actividad petrolera es una bendición para Puinahua. “Todo lo que viene a un pueblo y trae beneficios es una bendición de Dios”, indicó.
Criticó que hay muchos interesados en hacer protestas porque “quieren beneficios personales” y no ven que el Lote 95 trae bienestar de muchas formas.
Respecto al Fondo de Desarrollo del Distrito de Puinahua, propuesto por PetroTal, Yuyarima pidió que sea bien distribuido y manejado a conciencia. “Que manejen el dinero con mucho cuidado y que sean beneficiados todos”, invocó al pedir que la población tome conciencia y valore la “bendición” que es el Lote 95.
Golpe a la educación
Bani Maldonado es uno de los beneficiarios del programa de becas PetroTal y fue uno de los directos afectados por la paralización del Lote 95 ocurrida en marzo pasado pues la empresa se vio obligada a suspender la subvención económica que brinda a estudiantes de educación superior del Puinahua.
“Se dejó de recibir el aporte económico, automáticamente hay una suspensión del apoyo que nos brinda la empresa”, cuenta Bani al señalar el riesgo que corren los estudios de los 34 jóvenes que forman parte de este programa educativo de la empresa si se produce una nueva paralización.
“En mi opinión, las protestas de estas organizaciones solo empeoran la situación, dividen a la población y generar temor a los habitantes”, criticó.
Los cuatro testimonios recabados grafican el sentir de la gran mayoría de la población puinahuina que está cansada del divisionismo, de la violencia y del riesgo de perder la oportunidad de desarrollar -gracias a la actividad petrolera sostenible de PetroTal- mayores oportunidades para sus hijos, por intereses personales amparados en una organización de poca representatividad liderada por personajes de cuestionado accionar.