Protesta médica

En todo el país existen problemas que están a la espera de soluciones, como que hay temas que pueden esperar sin poner en grave riesgo la vida. Esa figura está sucediendo en el sector Salud de nuestra región Loreto que se ahoga sin presupuesto para pagar a sus profesionales médicos y asistenciales.
Esto se evidencia en las medidas de protesta que vienen protagonizando los trabajadores médicos. Lo más visible es del Hospital Apoyo Iquitos “César Garayar García”, a cuyos profesionales el gobernador regional de Loreto los mandó a renunciar frente a un anuncio de que así ya lo había hecho.
Es parte del panorama de lo que viene ocurriendo en uno de los sectores más sensibles porque de la atención en los mismos depende la salud y la vida de miles de pacientes que a diario buscan ser socorridos entre emergencia, consultorios y en hospitalización.
Vamos por el décimo mes del año y resulta sorprendente conocer que necesitan alrededor de un millón de soles solo para solucionar el problema del Hospital Iquitos que hasta la elaboración de este escrito mantenía una huelga indefinida que se rumoreaba podía levantarse en las próximas horas.
Este es el problema inmediato y casi de emergencia porque sin los profesionales médicos completos el nosocomio conocido como el “hospital de los pobres”, no puede funcionar lo mejor posible. Y decimos así, porque en realidad se necesitan más profesionales de la salud de los que ya tienen.
Pero, si ni para los que ya están existe el presupuesto para pagar, ni qué pensar en el incremento de personal. Por ahora. La situación es crítica y el gobernador de Loreto junto al director regional de la Diresa han gestionado en el Ministerio de Economía y Finanzas, la posibilidad de una transferencia de recursos.
A nivel de ministerios también vienen trabajando el cómo solucionar el déficit presupuestal de la región Loreto. Ojalá no ocurra ninguna desgracia con muertes, para que recién las autoridades centrales se preocupen en dar soluciones rápidas. Esa “cultura” de que corra sangre para recién solucionar problemas graves, resulta incomprensible.