José Álvarez Alonso
El paiche, la arahuana, tres especies de rayas, ocho de grandes bagres o zúngaros, dos de bujurquis o ‘apistogramas’ y una especie de carachama ornamental son los candidatos amazónicos a constituir la lista de especies amenazadas de peces de agua dulce del Perú. A ellos se suman más de 60 especies de peces de ríos y lagos andinos, especialmente del género Orestias (38 especies), del género Astroblepus (19 especies) y del género Chaetostoma, las ‘carachamas’ andinas (11 especies). En Loreto destacan como potenciales candidatos el Apistograma cinilabra, conocido solo de una quebrada de la cuenca del Itaya, y el Pseudopalaemon iquitoensis, de distribución muy restringida.
Los mejores expertos del Perú en peces de agua dulce (entre ellos varios especialistas del IIAP) se están reuniendo en los últimos meses, convocados por el Ministerio del Ambiente, para trabajar en la lista de especies de peces amenazados y comenzar a aportar para el plan de acción de las especies en mayor peligro. Cabe resaltar que existen listas de especies amenazadas tanto de flora como fauna terrestre desde hace muchos años, publicadas por el Ministerio de Agricultura (el último decreto supremo que establece las listas es del 2004), pero hasta ahora no existe tal lista para organismos acuáticos, que era responsabilidad de PRODUCE. El recientemente creado Ministerio del Ambiente, sin embargo, tiene entre sus competencias la elaboración de las listas de especies amenazadas y de sus respectivos planes de acción o conservación, y las está elaborando en coordinación con PRODUCE.
Algunas de las especies están amenazadas por sobre pesca, como es el caso de los peces amazónicos más grandes y con mayor valor de mercado; otros están amenazados por la degradación y contaminación de sus cuerpos de agua, como ocurre con algunos peces de ríos y lagos andinos afectados por relaves mineros.
Otras especies, finalmente, están siendo amenazadas por especies introducidas, que en algunos casos se han convertido en exóticas invasoras. El caso más conocido y dramático es el de la trucha arcoiris, introducida desde Norteamérica en cientos de lagos y ríos andinos. Si bien representa un importante recurso alimenticio (y en muchos casos económico) para las comunidades andinas, también se ha convertido en una tremenda amenaza para la biodiversidad. La mayoría de los peces andinos en situación de amenaza se lo deben a la trucha.
Una noticia preocupante surgió de los debates de expertos: hace más de diez años que no se tiene registros de una especie de pez del Titicaca, Orestias cuvieri («boga»), y se teme que esté extinta. Sería el primer caso comprobado de la extinción de una especie en el Perú, y un muy mal precedente. Y la causa es la trucha, que también está amenazando la supervivencia de la rana gigante del Titicaca (Telmatobius culeus).
Las especies exóticas invasoras son una grave amenaza en muchos países del mundo, y no sólo para los peces, sino para otros muchos organismos. En la Amazonía peruana no habíamos tenido noticias de la presencia de exóticas invasoras hasta muy recientemente. El IIAP realizó en los años 90 un estudio sobre el impacto en la región San Martín del cultivo de la tilapia (introducida de África), pero no encontró evidencias de que se hubiese extendido por los cuerpos de agua naturales. La prohibición de su cultivo, sin embargo, sigue vigente en Loreto, como medida precautoria.
Uno de los expertos en peces amazónicos informó de la presencia de varias especies exóticas en algunos cuerpos de agua en Loreto. Algunas han sido detectadas incluso en quebradas dentro de la Reserva Nacional Allpahuayo – Mishana, como es el caso de la tilapia nilótica, que estaría desplazando a una especie de Apistograma de distribución muy restringida (es endémico del Nanay) y de valor como ornamental, A. juruensi. También han sido registradas otras especies invasoras en los cuerpos de agua cercanos a Iquitos, como es el caso del asiático ‘gurami’ (Trichogaster tricopterus), el ‘guppy’ (Poecilia reticulata), proveniente de Centroamérica, y del Microgeophagus ramirezi, un apistograma importado de Venezuela.
Actualmente se cultiva en los acuarios de aficionados de Iquitos no menos de 20 especies exóticas, incluyendo Brachyanium revio, un ciprínido ornamental genéticamente modificado importado de Asia. Debe tenerse mucho cuidado en el control de estas especies, pues su liberación al ambiente, amén de estar prohibida por la ley, podría representar una amenaza muy grave para las especies nativas, como ha ocurrido en otros países. La liberación al ambiente de transgénicos está prohibida por la Ley de Moratoria de OVM y constituye un delito ambiental.
El que la futura lista de especies amenazadas no sea muy extensa para la Amazonía, sin embargo, no es para alegrarnos, pues eso no quiere decir que el resto de las especies estén muy bien. Algunas especies, aunque no estén en peligro de extinción en términos biológicos (según las categorías de la IUCN), han sufrido tal merma en sus poblaciones originales que se puede decir que están ecológica y económicamente extintas. Este es, por poner un ejemplo, el caso de la gamitana: de ser una de las especies más relevantes en la economía de la selva baja en la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX, hoy ha pasado a ser casi irrelevante en los desembarques pesqueros.
Si bien la gamitana proveniente del medio natural ha sido sustituida en parte por la cultivada en piscigranjas, estas últimas no pueden suplir el rol ecológico que cumplían las gamitanas en el ecosistema amazónico, como dispersores de semillas y como controladores de vegetación. Dicen los pescadores que la gamitana era una gran consumidora del fruto del camu camu y, por tanto, una gran dispersora de sus semillas. El camu camu, cuyas poblaciones silvestres sufren en los últimos años la cosecha de la casi totalidad de sus frutos para el mercado, puede estar sufriendo un problema serio con la extirpación de la gamitana, teniendo en cuenta que como especie pionera de los márgenes de cochas y quebradas requiere la renovación constante de sus poblaciones.
CON EL RESPETO QUE USTED SE MERECE, NO EXPRESE LO QUE NO CONOCE. LAS GAMITANAS NO SON DISPERSORAS DE SEMILLAS. CIENTIFICAMENTE ESTA COMPROBADO QUE POR LOS DIENTES Y EL SISTEMA DIGESTIVO QUE TIENEN ELLOS TRITURAN LAS SEMILLAS DE LAS FRUTAS EN EL MEDIO NATURAL. ES DECIR NO PUEDEN DISPERSAR SEMILLAS ROTAS, LUEGO QUE SON TRITURADAS SE VAN AL SISTEMA DIGESTIVO. TODOS LOS ANALISIS QUE HACEN SOBRE LA EXTINCION DE LOS PECES YA SON PAN REFRITO DESDE HACE CINCUENTA AÑOS. O MAS. Y EN QUE SE BASAN: EN LOS DESEMBARQUES DEL PUERTO DE IQUITOS (LEER LOS INFORMES DE LA UNAP , IIAP, ETC) PERO ESTE REGISTRO DE DESEMBARQUE NO ES CORRECTO. SOLO REPRESENTA EL 40 P0R CIENTO DE LA CAPTURA. YO PROPUSE YA HACE AÑOS EN EL 96 UN PROYECTO PARA RECOLECCION ESTADISTICA DE PECES DE CONSUMO Y ORNAMENTAL CON APOYO DE MAESTROS Y ALUMNOS DE AUTORIDADES, ME REFIERO A LOS DE LA ZONA RURAL, ENSEÑANDOLES A TOMAR DATOS BIOMETRICOS, CON UNA ESTACION DE INVESTIGACION EN CADA CUENCA CON RELEVO CONSTANTE DE NUESTROS INVESTIGADORES AL ESTILO DE LOS PETROLEROS. AL ESTILO DE LA BASE DEL ANTAARTICO. DARIA CUALQUIER CANTIDAD DE TRABAJO A NUESTROS JOVENES EGRESADOS. LUEGO PROPUSE EMBARCACIONES PEQUEÑAS PARA PRODUCIR INVESTIGACION EN ACTIVIDADES PRODUCTIVAS. RECORRIENDO QUEBRADAS Y COCHAS. PESCANDO Y COMPRANDO PECES YA SEA ORNAMENTAQLES O DE CONSUMO. PERO NADIE QUISO ESCUCHAR MIS SUGERENCIAS. A LO MEJOR SI USTED LO PROMUEVE EN LIMA PODRIA SALIR ALGO PARA LOS MILES DE JOVENES QUE EGRESAN DE NUESTRAS UNIVERSIDADES, PARA NUESTROS MAESTROS Y ALUMNOS. PERO ESO SI ESTOS ULTIMOS CON UN PLUS REMUNERATIVO. ADEMAS PODRIAN COLECTAR PECES PARA SER IDENTIFICADOS EN LA UNAP, O IIAP, ETC. ES TAN SIMPLE HACER ESTO. LO DIFICIL ES ACEPTAR QUE UNO TIEENE RAZON. UN SALUDO. YA SABE LA GAMITANA NO DISPERSA SEMILLAS PORQUE LAS TRITURA, ESTO ESTA EN LA BIBLIOGRAFIA CIENTIFICA.
NO hay evidencia científica que las especies referidas como «amenazadas» realmente lo estén. En ese sentido coincido con el amigo Soregui en cuanto a que la información de los desembarcos NO es un método valido para determinar el estado de las poblaciones de peces en el medio natural. Si se prohíbe la arowana, se les esta poniendo en bandeja de plata esta especie a los exportadores de peces ornamentales de Colombia quienes las van a comprar en su totalidad del río Putumayo. Es decir se perjudica al empresario nacional y se beneficia «sin querer queriendo» al empresario extranjero. NO hay que ser mas papistas que el papa, se debe de colocar cuotas de extracción anual pero de forma oportuna y con mucho sentido común no como esta dado hoy por hoy, cuotas de una forma inaplicable que no tienen éxito lo cual genera esa supuesta imagen que ciertos peces están amenazados.