Paz fronteriza

El proceso de paz en Colombia entre el gobierno y la llamada Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia – FARC, una vez que se concrete luego que el pueblo del país del vallenato apruebe los acuerdos de paz en un plebiscito, mecanismo que servirá para consultar a los ciudadanos de ese país; esta pacificación también se hará sentir entre nuestros compatriotas de la línea de frontera a lo largo del río Putumayo.

Si bien las incursiones habían disminuido desde hace más de cinco años, todavía muchos pobladores de comunidades y caseríos asentados a lo largo de la frontera peruana con Colombia, recuerdan los momentos más tensos que vivieron hace unas dos décadas cuando el ingreso de los guerrilleros para abastecerse de alimentos ponía en vilo a nuestros compatriotas, y el tema de las drogas que convertía en temeraria la cercanía.

Así se recuerda que facciones de las FARC se llevaban animales de corral, arroz, carnes de monte, pescado y cuanto encontraban en las localidades, es lo que reportaban desde la zona temerosos compatriotas, sobre todo porque algunos jóvenes eran tentados a incursionar en la guerrilla del vecino país, hasta se hablaba de secuestros para obligarlos a enfilarlos. Eran las versiones que hicieron que se reforzara la frontera de nuestro país, que siempre resultó insuficiente dada la inmensa extensión territorial que tenemos en la línea fronteriza.

Los describían que ingresaban con los rostros cubiertos y diciendo que no harían daño a nadie, pero tenían que atender sus requerimientos, así con los pasamontañas cubriéndose los rostros permanecían horas en algunas comunidades luego de ingresar a territorio peruano cruzando el río Putumayo que es la divisoria geográfica con el hermano país de Colombia. Todavía tenemos claro en el recuerdo el reporte del corresponsal César Vargas de radio La Voz De la Selva, cuando informaba sobre una incursión de la guerrilla colombiana.

Entonces como decíamos este proceso de paz es significativo también para nuestros compatriotas de la línea fronteriza con Colombia, ya que una vez que se firme el acuerdo definitivo, el “tunchi” de la incursión de las FARC pasará a la historia y quizás de convierta en uno de esos cuentos con que los abuelos distraerán a sus nietos contándoles los episodios que alguna vez les hizo hasta temer por sus vidas. Pero, si bien hay un alto al fuego, para que esto se definitivo falta un proceso que los países garantes Cuba y Noruega, y los acompañantes Chile y Venezuela, además la ONU; estarán atentos a que se cumpla y la paz definitiva llegue en el menor tiempo posible. Puede ser un par de años.