Siempre, mientras estuvo en calle Próspero, la llamada feria navideña ha sido un problema, no solo para la circulación vial que tenía que tomar vías alternativas con el consiguiente congestionamiento, sino también por la tugurización de la calle, donde hasta los deshechos humanos estaban al lado de los artículos que estaban a la venta.
Realmente un caos, que ahora, por irresponsabilidad del alcalde y regidores de la municipalidad de Belén, se quiere volver a lo de antes. Como bien se recuerda, el año pasado, las municipalidades de Maynas y Belén suscribieron un compromiso y acta de entendimiento para que esta actividad comercial se realice en la plaza 28 de Julio, debidamente acondicionada. Pero ya vemos que la palabra empeñada poco o nada sirve, mientras existan intereses no corporativos, sino más bien personales de por medio, como que la campaña electoral ya está a la vuelta de la esquina y muchos quieren asegurar un voto más, sin pelearse con nadie, sin importar que el ejercicio de autoridad está primero.
Es más, diversos informes, conocidos por la colectividad, califican como una actividad de alto riesgo a esta feria de realizarse en la calle. Eso es lo que opina Defensa Civil, Defensa Nacional, Electro Oriente, la misma policía que no se podría dar abasto por la presencia de numerosos delincuentes entre arranchadores de carteras y celulares, atracadores y asaltantes a quienes no les detiene nadie para cometer sus fechorías, o el peligro de un incendio que pondría en pánico a todo aquel que se encuentre en el lugar y los alrededores.
En estos días, la comidilla del día va a ser si la feria va o no en Próspero. Si se hace con orden y seguridad o se vuelve al caos de la calle. Habrá posiciones encontradas de acuerdo al color del cristal con que se mire.