Niñez en Loreto: Falta mucho por hacer

La mayoría de instituciones públicas, así como empresas privadas ya vienen desarrollando agasajos para los hijos de los trabajadores, para los niños y niñas que en Navidad son los dueños absolutos de la fiesta, no hay que olvidar que se celebra el cumpleaños de Jesús. Su nacimiento tuvo como objetivo primordial, salvar a los hombres del pecado.

Niñas y niños del mundo por los que aún falta mucho por hacer. Mucho por andar y construir a fin de dejarles un mundo mejor. Apostar por las nuevas generaciones es tarea de todos los que por ahora tienen en sus manos el destino de una sociedad. Si bien es cierto -según estadísticas- en Loreto ha disminuido algunos puntos la desnutrición infantil, aún el margen existente es alarmante.

Tan solo ayer se pudo ver a muchos de ellos sonreír en el agasajo que les brindaba el personal del programa de Tuberculosis de la dirección regional de salud. El auditorio del hospital Iquitos, rebotaba de sonrisas y alegría, pero al otro lado de la moneda se veía lo paupérrimo de su triste realidad. Todos eran hijos de padres y madres afectados de tuberculosis.

Padres y madres que con las justas tienen un pan para ellos y uno para sus hijos, se esfuerzan por conseguir mayores ingresos, pero es en vano. En todo caso, hasta que recuperen su salud. Los programas sociales los apoyan con algunos alimentos, pero no es suficiente. La crisis económica del país y la región los ha “veteado” no solo en los pulmones, sino en el alma.

De un solo golpe ayer se pudo ver “las dos caras de la medalla”: risa y llanto, alegría y tristeza. Crisis profunda en una región que ha manejado millones de dólares en el objetivo de mejorar la calidad de vida de todos los que aquí moran. Sin embargo, cualquier ciudadano de a pie en Iquitos conoce muy bien en qué se han gastado o esfumado dichos millones que debieron servir para que los niños y niñas de Loreto, mantengan su sonrisa y su alegría de manera sostenida, no volátil, esporádica, gaseosa, como una fiesta de Navidad.