Esta semana se han realizado diversas actividades en torno al Día Mundial de la Salud Mental, que cada vez más tiene aceptación en la ciudadanía porque estamos entendiendo que, así como la materia de nuestro cuerpo la parte mental también necesita su atención, cuidados y de ser necesario, su tratamiento.
¿Cuántas veces no hemos sentido agobiados? ¿Cuántas veces con ganas de llorar y no saber por qué? ¿Cuántas veces hemos sentido la sensación de estar ausentes, aún estemos rodeadas de personas? ¿Cuántas veces sin ganas de hacer nada?, y así una larga lista de preguntas que nos podrían decir que estamos como descompuestas emocionalmente, y que necesitamos solucionar ese estado.
Es que una deteriorada salud mental hasta nos puede paralizar en el camino al cumplimiento de nuestros objetivos y metas, y nos niega ir con actitud positiva hacia hacer realidad nuestros sueños. Y hasta nos puede hacer desarrollar enfermedades biológicas que no existen, teniendo en cuenta que el poder de la mente parece no tener límites y si está afectada, atrae lo negativo.
El tema va más o menos por ahí, con nuestras palabras y experiencia. Lo que el concepto médico nos dice es que la salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.
La pandemia de COVID-19 ha agravado la situación de salud mental, aumentando los nuevos casos de afecciones de salud mental y empeorando las preexistentes. También ha producido interrupciones significativas en los servicios para trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias.
En Iquitos tenemos varios centros de Salud Mental distribuidos en los distritos que conforman la ciudad, por lo que tenemos la oportunidad de ser atendidos, evaluados, verificar cómo estamos luego de haber vivido en familia y como sociedad la enorme angustia de tantas muertes por la pandemia, y que de pronto no lo hemos superado y no nos damos cuenta, y está afectando nuestras vidas, o las causas pueden ser por otras circunstancias.
Por eso el Día Mundial de la Salud Mental nos recuerda que la salud de cada individuo es la sólida base para la construcción de vidas plenas y satisfactorias. Busquemos atención para nuestra mente.