En el mundo se celebra el Día del Maestro en distintas fechas, en que se rinde homenaje a las personas que se dedican a educar a otras personas. En Argentina se celebra el 11 de setiembre, en Colombia y México el 15 de mayo, en España el 27 de noviembre, en Estados Unidos el martes de la primera semana de mayo, en Guatemala el 25 de junio, en Nicaragua el 29 de junio y en el Perú el 6 de julio, es decir, un día como hoy. Diversas son las razones por las que se ha escogido un determinado día.
En el Perú, la fecha es considerada emblemática, de suma importancia en el calendario escolar y por extensión, en la vida de todos quienes de una u otra manera siguen estudios de diversa índole y que dedicamos a rendir homenaje muy merecido al maestro peruano, verdadero forjador, en el crisol de la sabiduría, de las juventudes que en el futuro tendrán la gran responsabilidad de conducir los destinos de la patria, desde el lugar en que le toca desenvolverse en la vida.
Se escogió el día 6 de julio en virtud a que fue un día 6 de julio de1822 cuando el Libertador don José de San Martin fundó la primera Escuela Normal de Varones. Años más tarde, Manuel A. Odría oficializó el Día del Maestro mediante Decreto Supremo del 4 de mayo de l953. Además, se estableció también el Día de las Escuelas Normales del Perú en recuerdo a la Escuela creada por San Martín.
Nuestro reconocimiento a quienes tienen en sus manos la enorme responsabilidad de la educación y formación de la población. Esta noble acción se cumple desde los tiempos del Tahuantinsuyo, épocas en las que se rendía homenaje a los sabios o amautas incas. Los maestros de aquella época eran muy respetados y venerados por su noble labor.
Esta percepción no ha cambiado en nuestros días, pues los maestros siguen siendo ejemplo permanente de sacrificada y sincera entrega en bien de la educación. Aunque en menor número, existe la excepción de reducidos grupos de maestros politizados que han escogido mal la profesión. Felizmente son los menos. En su mayoría los maestros peruanos cumplen notable labor en la formación y en la tarea de sembrar la semilla del conocimiento en sus alumnos.
En nuestro país el maestro vive diferentes realidades según el área geográfica donde cumple su trabajo. Aun cuando deban soportar las más diversas condiciones de tiempo, clima o región, el maestro se entrega por quienes engrandecerán el Perú. Nuestro saludo sincero a todos los maestros de la región Loreto. Terminamos con la célebre frase del humorista británico Walter C. Sellar: «Por cada persona que se quiere enseñar, hay, aproximadamente, treinta que no quieren aprender».