Los cambios que prepara la FIFA para el fútbol en los próximos años

El Mundial de fútbol acaba de terminar, y la FIFA ya ha anunciado algunos cambios que se implementarán en el fútbol durante los próximos años. Más allá de las cuestiones del arbitraje, Infantino aspira a tener una mayor cantidad de partidos en competiciones internacionales, destacando especialmente el nuevo Mundial de Clubes y un Mundial de selecciones con cabida para una mayor cantidad de equipos.
Ya se trate de una respuesta a la casi defunta Superliga o de la ruta original planteada por la FIFA, lo cierto es que el fútbol probablemente evolucionará bastante a corto plazo, lo que dará lugar a una mayor carga de partidos cada semana, una mayor variedad de apuestas deportivas, y nuevos quebraderos de cabeza para los entrenadores y directivos de los equipos.

El nuevo Mundial de clubes

Una de las principales novedades que han sido confirmadas por la FIFA es el nuevo Mundial de clubes, en el que ahora participarán hasta 32 equipos en un formato muy similar al del Mundial de selecciones actual. De esta manera, el calendario de este Mundial se extenderá durante unas tres o cuatro semanas, a las que habrá que sumar algún tiempo de adaptación de los equipos al país en el que se dispute.
Este nuevo formato va mucho más allá de la anterior propuesta de incluir a 24 equipos, y hace que la concesión de la organización del Mundial de Clubes reporte mayores ingresos a la FIFA. En consecuencia, el nuevo Mundial de clubes viene en detrimento de competiciones como la Champions League –organizada por la UEFA– y las diferentes ligas nacionales, que están a cargo de sus respectivas organizaciones.
Esta nueva competición supondrá un auténtico problema para los equipos participantes, que tendrán un calendario todavía más apretado, mientras que los conjuntos que no participen podrán continuar compitiendo en sus respectivas ligas con un mayor tiempo de descanso entre partido y partido. Y también afectará al seguimiento de las clasificaciones ligueras, ya que habrá que esperar al final de temporada para poder consolidar los puestos de cada club.

Un Mundial de 48 selecciones

Por su parte, el Mundial de selecciones también experimentará una ampliación y pasará a contar con 48 equipos distintos. Esta ampliación está mejor vista en el mundo del fútbol gracias a que permitirá incluir a más conjuntos de África y de Asia, cuyas confederaciones se encuentran muy poco representadas en el Mundial actual, lo que hace que el nuevo torneo sea más inclusivo y emocionante.
La inclusión de estos 16 equipos extra también permitirá corregir algunas carencias del Mundial actual, donde selecciones como Brasil y Argentina se clasifican con mayor facilidad para la competición debido a la ausencia de rivales de peso en su región, mientras que grandes equipos como Italia o la Noruega de Haaland no pudieron competir en el último torneo debido a una carencia de plazas.
El problema que presenta un mundial de este tipo pasa, de nuevo, por el calendario, ya que un mundial más extenso implica una reducción de las fechas disponibles para las competiciones de clubes. Una vez más, La FIFA amplía un torneo que reporta beneficios a su organización, mientras que fuerza a la UEFA y a las federaciones nacionales a improvisar soluciones de calendario o a reducir sus competiciones –y, en consecuencia, sus beneficios.

Un Mundial cada dos años

Para agravar el problema del calendario, la idea de Infantino pasa por hacer que el Mundial de selecciones se dispute cada dos años, en lugar de cada cuatro. Esto puede ser realmente problemático para poder encajar las fechas del resto de competiciones, sobre todo considerando que también hay que encontrar fechas para la Eurocopa, la Copa América o la Copa de África, torneos organizados por la UEFA, la Conmebol y la CAF, respectivamente.
De esta forma, la FIFA restará protagonismo e ingresos de estas organizaciones regionales, a cambio de aumentar los suyos propios. La polémica está entonces servida, ya que muchas voces en el mundo del fútbol consideran que buena parte de la motivación de la FIFA a la hora de modificar estas competiciones responde a sus intereses económicos particulares, y no al beneficio general del fútbol.
También existe un problema añadido en términos históricos, ya que a partir de ahora los futbolistas podrán disputar un número mayor de mundiales durante su carrera, lo que le restará valor a la competición. Hasta ahora, la mayoría de futbolistas solo tenían la oportunidad de disputar el Mundial dos o tres veces en su vida, lo que implica que ganar uno o dos títulos suponía realmente un hito. Un mayor número de oportunidades pasará a restarle valor a la copa y a situarla un escalón por debajo de donde se encuentra ahora.