Las personas mayores de nuestro medio están escandalizadas por la forma cómo, ahora, se presentan algunos conductores de programas de televisión, utilizando un lenguaje procaz, inapropiado para una audiencia donde se encuentran niños, los mismos que se graban en la memoria esos términos groseros que con el tiempo se volverán parte indesligable de su léxico.
Pero si eso hoy, para cierto sector es un escándalo, más adelante, y estamos hablando de los meses siguientes, se va a incrementar en lisuras por demás cargadas de odio y de violencia verbal.
Estamos viviendo los prolegómenos de una campaña electoral que, auguramos, será sumamente violenta, porque los argumentos que hoy esgrime cierto sector de la prensa televisiva para defender o promocionar a su patrocinador, son tan solo el inicio de una temporada difícil que vamos a vivir los loretanos.
No es para menos, si es que estamos viviendo un estado de violencia física, donde ni el policía se salva de ser atacado por unos sujetos de mentes retorcidas y proclives al asesinato.
La ciudadanía debe prepararse para no verse involucrada en actos que le pudieran poner al filo del abismo, al verse involucrada en actos delictivos, en lo que va a degenerar la campaña electoral del presente año.
Si los dueños de los medios de comunicación no se autocensuran, la población va a seguir los malos ejemplos que transmiten, haciendo suyos esos mensajes que incitan a la violencia.
No olvidemos que la radio y la televisión, más que la prensa escrita, tienen la más fácil llegada a quienes son su audiencia, en quienes se puede causar una adhesión equivocada a ciertos conceptos errados.