*Expresaron las colegas de la Obstetra que murió a causa de un accidente de tránsito.
Ayer en la mañana el féretro con el cuerpo inerte de la que en vida fue Obstetra Rosa Vásquez Freitas, llegó hasta la plataforma del área de emergencia del hospital Iquitos para que todos sus compañeros y directivos, le den el último adiós.
El padre hizo el responso y las lágrimas de las obstetras caían sin parar. Todas ellas rodearon el ataúd de Rosa, con una rosa en sus manos que al final la colocaron encima del féretro.
Luego el director del hospital Carlos Coral, dijo algunas palabras y las lágrimas de sus compañeras de departamento, seguían resbalando por su rostro. Y no solo de ellas, también de varias enfermeras y técnicos de enfermería.
“Rosa, siempre te recordaremos como una profesional seria y entregada a su labor por varias horas al día. Guardias en horas nocturnas, preocupada por atender a las pacientes, hoy dejas un vacío grande en este hospital. Cuando uno muere lo único que se lleva es las buenas acciones que hicimos en tierra y tú hiciste muchas acciones buenas”, habló Coral con la voz muy sentida.
Le siguió el presidente del Cuerpo Médico, Reyles Ríos. Casi no pudo hablar y es que él tuvo un trato más cercano con la obstetra ya que trabaja en el departamento de ginecología. Las lágrimas de las obstetras y otros presentes, no se contenían.
“Adiós compañera y gracias por lo que hiciste por este hospital. Siempre te recordaremos por esas noches enteras sin dormir, preocupada por las pacientes que llegaban. Realmente para nosotros tu partida es algo muy fuerte, muy duro de asimilar, muy triste”, mencionó.
Casi al final, se expresó la jefa del departamento de obstetricia del hospital Iquitos, Gisela Reátegui. No pudo articular una frase completa, estuvo con la garganta comprimida por el dolor, mientras veía a sus compañeras limpiarse las lágrimas que de manera constante y sin pausa caían por sus mejillas.
“Para nosotros tú no estás ahí, tú has ido de vacaciones y de viaje como nos contaste. Así será”, habló muy sentida la jefa de obstetricia.
Finalmente, el esposo de Rosa, dijo algunas palabras como que sí irían de viaje en este mes. “Íbamos a ir de viaje los dos, pero te has ido sola. También habría querido ir junto a ti en este viaje”, dijo algo así y no avanzó más porque las palabras no le salían.
Antes de que lleven el ataúd al campo santo, las obstetras lo rodearon y expresaron: “¡Cuando una obstetra muere, nunca muere, Rosa Vásquez siempre presente!”.





