Conservación privada

La conservación de determinadas áreas es una forma de conseguir mayores garantías dentro de sus territorios centenares de comunidades, lo que bien organizados también puede extenderse a presentarlo para el turismo rural comunitario.
En este caso que nos ocupa, el Ministerio del Ambiente reconoció oficialmente el área de conservación privada (ACP) Arroyo Negro, que se ubica en la comunidad campesina San Lucas de Pomacochas, en el distrito de Florida, provincia de Bongará, región Amazonas.
Así lo precisa la Resolución Ministerial 113-2019-MINAM publicado en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano. El reconocimiento es a perpetuidad. El ACP comprende una superficie de 156.42 hectáreas, que está inscrita en la Zona Registral II Sede Chiclayo, Oficina Registral de Chachapoyas.
La norma resalta que el objetivo general del Área de Conservación Privada Arroyo Negro es conservar la biodiversidad biológica del pajonal y vegetación arbustiva, y sus especies de flora y fauna representativas, contribuyendo a la continuidad de los procesos ecológicos en los bosques de matorral húmedo; de acuerdo a lo consignado en su ficha técnica.
Agrega que las obligaciones que se derivan del reconocimiento de la citada Área de Conservación Privada son inherentes a la superficie reconocida como tal y el reconocimiento del área determina la aceptación por parte de la propietaria de las condiciones especiales de uso que constituyen cargas vinculantes para todas aquellas personas que, durante la vigencia del reconocimiento del Área de Conservación Privada, sean titulares o les sea otorgado algún derecho real sobre el mismo.
Nos preguntamos, así cuántas áreas de conservación privada se podría generar en las zonas rurales de San Juan, Belén, Iquitos y Punchana? El tema es que los moradores necesitan información de primera mano de los compromisos que se asumen, de los beneficios, del cuidado y otros aspectos. Claro que la población debe mostrar real interés, para asegurar el éxito del proyecto.