Ceremonia cívico militar por aniversario del Tnte. Manuel Sixto Clavero Muga

  • Luego de años se retomó la importante actividad que realza la figura del Héroe.

Para ayer a las 9 de la mañana se programó la importante ceremonia a la que asistieron de manera puntual las principales autoridades de la región, así como autoridades castrenses y delegaciones de las fuerzas armadas y del colegio “Manuel Clavero Muga”, quienes luego de la colocación de las ofrendas florales en el busto del teniente Clavero, por parte de las autoridades, procedieron a desfilar, generando atención y aplausos de los asistentes.
Colocó ofrenda la presidenta de la junta de fiscales de Loreto Elma Vergara, el magistrado Wilbert Mercado, jefe de Odecma del poder judicial. Don Ranfor Lozano, de ProMarina, las FF.AA. Municipalidad de Maynas, a cargo de un regidor y el gobierno regional de Loreto, cuyo gobernador Lic. Elisbán Ochoa, sí estuvo presente.
La actividad jaló la atención de la población que llegó a observar la ceremonia que por años había sido dejada de lado, en un acto de majadería para el alto reconocimiento que siempre ha debido tener el Héroe José Manuel Sixto Clavero Muga.
HISTORIA.
“El Héroe nació el 1 de abril de 1879, falleciendo el 12 de julio de 1911. Estuvo en el combate de La Pedrera frontera con Colombia, ocupación Capitán de Corbeta de la Marina de Guerra del Perú. Clavero nació en Lima el primero de abril de 1879, en medio de las tensiones con Chile que a cada hora se incrementaban y que terminarían en la declaratoria de guerra al Perú. Fue bautizado dieciséis días después como José Manuel Sixto Clavero Muga. Fueron sus padres Jacinta Muga y José G. Clavero, siendo este último, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El Teniente Clavero se traslada a Loreto para tomar posición de su primer y fatalmente único comando. Durante casi dos años Clavero exploró los ríos Marañón, Napo y el Curaray, como anota el Comandante Ortiz Sotelo, levantando planos, determinando latitudes y efectuando apuntes sobre la región amazónica.
A principios de 1911 el Comandante del América recibió la orden de hacer dos viajes más a los ríos Pachitea y Putumayo, que se extenderían a los ríos Igaraparaná y Caraparaná. En aquellas aguas tan distantes de la civilización, la América iba en busca de tropas colombianas que, según se había informado, habrían ocupado territorio nacional.
Para el 28 de junio de 1911 la cañonera América, comandada por el Teniente Primero Manuel Clavero, retorna de sus viajes por el Putumayo y se suma a otras embarcaciones como Loreto, Tarapoto y Estefita, que se encontraban listas para iniciar la Expedición Reivindicadora del Caquetá, al mando del comandante Benavides.
Emprendido el viaje, éste se vio retrasado por las pésimas condiciones en las que se encontraba la América, única embarcación armada; pese a ello, la expedición continuó hasta llegar el 8 de julio al Avati-Paraná en las bocas del Yapurá, continuando la búsqueda de las tropas colombianas. Una vez alcanzadas, las dificultades empezaron. La distribución y atrincheramiento de las fuerzas al mando de Gamboa hacía casi improbable el paso del convoy peruano”.