Más allá de las conquistas logradas por la mujer, en el mundo occidental, como es su presencia en los diferentes que haceres de la sociedad en igualdad de condiciones con el hombre, aún sigue siendo objeto de maltratos y vejaciones.
Diariamente la mujer es golpeada por el marido, abusada sexualmente, vendida como esclava por miserables que se dedican a la trata de personas, sometida a daños físicos y psicológicos, que muchas veces no son castigados con el rigor de la ley.
Esas ofensas a las mujeres aún no han sido tratadas debidamente por las leyes y es por eso que ellas están al alcance del agravio. La violencia familiar, fomentada por maridos borrachos, es pan del día. Los grupos feministas siguen luchando en todos los frentes a fin de alcanzar justicia, pero la sociedad en su conjunto, parece desinteresada en el tema.
Este día que recuerda que en l,977 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, debe llamarnos a la reflexión para acabar definitivamente con la violencia contra las mujeres.
Es ocasión para saludar a la mujer loretana, comenzando por las madres humildes que hacen de padre y madre criando y educando a sus hijos, a las mujeres que han alcanzado un título y son profesionales, a las mujeres empresarias, a las educadoras que han formado a la niñez y la juventud de Loreto y, a todas, sin distinción, nuestro rendido homenaje.