– Con el incremento del valor predial y la apertura de nuevos mercados
Todos los pueblos carentes de buenas vías y marginados en su momento por las autoridades de turno, han visto con gran expectativa el inicio de las obras de pavimentación impulsadas por la gestión municipal del alcalde Charles Zevallos Eyzaguirre, quien desde un inicio garantizó la construcción de 20 km de pistas, como mínimo.
Pero estas obras tienen un beneficio directo en las familias que viven en las calles pavimentadas, el primero de ellos es el incremento sustancial del valor de sus predios por la privilegiada ubicación en el que se encuentran una vez culminada la obra. Lo otro es que, la apertura de nuevas vías pavimentadas abre oportunidades de negocios en las familias beneficiadas con estas obras, generando un impacto positivo en las economías familiares. Sin duda que estas obras van más allá de ser piedras y cemento cuando se hacen pensando en el bienestar de la población. Otro importante apunte que hay que hacer es que una calle pavimentada contribuye a la modernización del parque automotor de una ciudad. Y vaya que Iquitos lo necesita con urgencia.
Por lo pronto, en la calle Soledad ya se iniciaron los trabajos de remoción del suelo, por lo que en ‘menos de los que canta un gallo’, Iquitos tendrá una nueva y moderna vía de comunicación. «Esto es el inicio de las grandes obras», manifestó el burgomaestre Charles Zevallos cuando lanzó la pavimentación de esta calle. Los beneficios de esta obra- y de aquellas que vienen en camino – ya se explicó.
Pero Zevallos va más allá y pide a toda la población «ser guardianes de estas obras, porque es para ustedes. Nosotros pasamos, pero las cosas que juntos hacemos, con responsabilidad, quedarán para toda la vida». Aunque el burgomaestre rompiendo todos los cánones asevera: «A mí no me gusta poner la primera piedra, yo quiero echar la última carretilla de cemento». Sinónimo de compromiso con el pueblo. (MPM)
