Las autoridades de todos los niveles de gobierno deberían priorizar en sus gestiones, la verificación que los niños, niñas y adolescentes, estén asistiendo realmente a clases, como parte de una alianza estratégica con el sector educación, y motivando la participación comprometida de otras entidades por dicho objetivo.
Cómo es posible que se queden tan tranquilos, sabiendo que, en el caso de los adolescentes, muchos de ellos no pueden continuar sus estudios básicos porque en sus comunidades tanto mestizas como indígenas las escuelas no cuentan con el nivel secundario.
Este problema lo hizo público tanto el sector educación regional como es de conocimiento del mismo ministerio de Educación, que debido a que no existe conectividad por carretera para que los estudiantes puedan asistir a clases de secundaria en otras comunidades, se quedan en nada abandonando así los estudios.
Para una solución, surgió en la gestión de la profesora Janet Reátegui siendo alcaldesa del distrito de Indiana, el servicio de transporte escolar llamado inicialmente “peque bus”, que era un humilde bote fluvial que recogía a los escolares y los transportaba hasta la comunidad donde hay colegio secundario y por la tarde los retornaba a sus mismas comunidades.
Esta experiencia llegó hasta el ministerio de Educación que la calificó de exitosa, y la convirtió en una política pública nacional para aplicarse en la forma de Transporte Fluvial Escolar en coordinación con las municipalidades distritales y provinciales que correspondan, y se conoce que, los estudios de estas necesidades estudiantiles se encuentran como proyectos en el Ministerio, pero los alcaldes no se interesan, al parecer.
Y decimos esto porque tuvimos conocimiento hace como dos años que los proyectos ya estaban listos, pero sólo el año pasado hizo realidad su transporte escolar la municipalidad del distrito de Urarinas, río Marañón, provincia de Loreto – Nauta, con una nave fluvial tipo rápido para llevar y recoger a los estudiantes hasta las comunidades más cercanas de sus pueblos donde hay nivel secundario.
Lo que falta confirmar es que si la nueva gestión de este distrito ha seguido este año 2023 con el proyecto del transporte fluvial escolar o lo ha paralizado. Estamos ante la realidad de que sí se puede dar ese servicio en convenio con el ministerio de Educación para que los adolescentes de las comunidades mestizas e indígenas no abandonen los estudios básicos.
¿Quién podrá defender el derecho de estos jóvenes si sus alcaldes no muestran interés? ¿Sus padres y madres expresarán su reclamo? ¿No es un buen negocio este proyecto? ¿Cuántos alcaldes de Loreto le dicen sí al derecho a la educación de los hijos e hijas de sus pueblos?