Petróleo y sequía

Estamos viviendo todavía una temporada de fuerte calor, que las recientes lluvias han venido a refrescar un poco, pero sigue la radiación solar, aunque no pasando los 40 grados en los últimos días, sin embargo, sigue el bochorno y las consecuencias de este clima, se podría decir, extremo, para lo que estamos acostumbrados.
Este clima que va acompañado de una fuerte sequía, no solamente está afectando en la salud, sino como es de conocimiento público el transporte fluvial en los diversos ríos de nuestra región, lo que ha alcanzado al movimiento de las barcazas de doble casco que transportan el petróleo del Puinahua con destino a Brasil.
Así el escenario de la gran merma, la tendencia a la baja de la producción petrolera va seguir presentándose en las próximas semanas en la medida en que la sequía y la prolongación del verano amazónico continuara.
El economista e investigador loretano Róger Grandez Rios, nos recuerda que la influencia de la producción petrolera de Loreto en el escenario nacional es bastante fuerte. Así, en abril la participación del petróleo local fue de 50 por ciento a nivel nacional, y el mes de setiembre esta relación bajó a 27 por ciento, y como dice el especialista podría seguir bajando si la sequía permanece.
También, refirió que los pronósticos de la trayectoria de nuestra economía para este 2023 sigue siendo bastante pésima, y revela cuan complicado o vulnerable se encuentra un sistema económico cuando el entorno interno revienta las defensas que nos permiten protegernos o atenuar los fuertes impactos de eventos de magnitudes globales y ambientales que se presentan con mayor recurrencia ahora.
Sostiene que los problemas políticos gestados desde hace 8 años con la elección de PPK en la presidencia de la República con sus colaterales crisis política y tensiones sociales aflorando en su dimensión a fines de diciembre 2022 y comienzos de enero 2023, deterioraran las perspectivas de crecimiento sostenible de nuestra economía, que hace algunos años, se la miraba como un modelo de crecimiento económico en América Latina, a pesar de lo pernicioso del virus mutante de la corrupción que interactúa a todo nivel.
Estamos soportando una de las peores crisis económica de nuestra historia reciente, con la diferencia que ahora los eventos se encuentran sintonizados en simultáneo que desorientan las acciones de pronta decisión. Esta crisis abarca a todos los sectores y en diferentes proporciones en cada uno de los territorios, dependiendo básicamente de su estructura productiva, la fortaleza de su tejido social, el grado de acumulación de capital de activos productivos asociados a los hogares, del acervo en el conocimiento de los procesos técnicos y, la forma cómo enfrentamos a la vulnerabilidad ambiental.
En términos de empleo, su potencial puede abrazar hasta 25 mil trabajos formales tanto directo como indirectos que representa hasta el 22 por ciento del empleo formal (115 mil trabajadores; INEI 2023). Si bien el recurso canon petrolero dejó de ser importante en la estructura de ingresos presupuestales en los gobiernos subnacionales desde el inicio de la crisis petrolera en 2015, es todavía de vital importancia en las economías locales.