Malogran vida de inocentes

Si las entidades no se ponen de acuerdo para actuar con la rigidez de la ley en los delitos de violencia sexual contra menores y sus graves consecuencias en la salud física y mental de los niños, niñas y adolescentes, muy poco habremos hecho por ellos y ellas como adultos y seres que tenemos que luchar por su bienestar.
Aunque es alentador en el espacio de la educación, donde la ministra de este sector, Magnet Márquez, ha anunciado que publicarán la relación de maestros sentenciados por violación, una medida necesaria que, de manera inexplicable, no implementaron las gestiones anteriores. Y es que muchas rarezas ocurren en el mundo de quienes en teoría deben protegerlos.
Esto dijo la Ministra, en defensa de la integridad de millones de escolares. Pero el tema va más allá de una lista que se va publicar, el hecho más emergente es que estás personas no deben estar en ningún espacio que les permita acercarse a los estudiantes, es más nunca más enseñar a escolares ni en escuelas públicas, ni privadas, ni en clases particulares o “pagaditas” como las llamamos acá en la región.
Ese es el valor que le damos a la anunciada publicación, para estar atentos a quiénes son los docentes de nuestros hijos e hijas, y poder apartarles de este tipo de delincuentes que se creen con derecho a seguir en aula malogrando la vida de inocentes.
Y lo más indignante es que existen gestiones de altos funcionarios educativos que hasta actúan de manera solapada reubicándolos a otros colegios, sobre todo en la zona rural, donde los derechos son mucho menos defendidos y si se dan los reclamos, son los menos escuchados.
Lo que quisiéramos saber es cómo va hacer el ministerio de Educación para mejorar los trámites y haya celeridad en los casos comprobados de retirar más rápidamente del sector a estos maestros que han caído en el crimen de afectar de por vida a los inocentes infantes.
Pero ojo, no solamente son los menores de edad, sino una juventud temprana de 18 a 20 años que también es “atacada” por empleadores o políticos en el turno de “poder” que, para dar oportunidad de empleo las malogran cuando ellas, principalmente jóvenes mujeres, ceden al chantaje sexual laboral. Aquí en el mismo Iquitos se escuchan estas aberraciones en entornos de autoridades regionales y municipales, que, de ser así, y quienes estén usando estos mecanismos cobardes, son la peor vergüenza.
La juventud debe recuperar su dignidad y quienes se sientan afectados deberían ver la forma de hacerse de pruebas contundes para que también este tipo de políticos abusadores, reciban su merecido legal y sean desterrados del escenario de la gobernanza. Basta ya de tanta permisibilidad, como también por supuesto tenemos que felicitar a quienes conservan una conducta de respeto y otros valores.