Sea en conflictos personales, de familia, entre grupos de amigos, de pareja, entre compañeros de trabajo, etc., cuando ya se ha llegado a entendimiento y las partes hayan asumido cada cual parte de su responsabilidad, entonces, solemos pedir que miremos para adelante por el bienestar de todos y todas.
Con ese mismo ánimo el presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, ha expresado desde el sur del país que es hora de voltear la página del ruido político y mirar al país democráticamente. Esto entendemos en una forma de calmar las aguas movidas, que se han venido configurando a través de paralizaciones y movilizaciones callejeras en el país.
Este clamor del Presidente puede tener la respuesta deseada en millones de peruanos que desean haya tranquilidad social, pero hay sectores que están pensando diferente, lo que se evidencia a través de exigencias como la renuncia del Mandatario. Y están también los que exigen que se vayan todos y que tengamos nuevas elecciones.
También está la postura de quienes consideran que se debe respetar la institucionalidad y que los mandatos de gobierno cumplan con el tiempo para lo cual fueron elegidos. Y en este escenario exigir que cumplan con sus funciones en la búsqueda de las soluciones a los problemas más urgentes del país.
El presidente Castillo, de igual forma ha dicho: “No hemos venido a lastimar a nadie, nunca lo hemos hecho, jamás lo haríamos”. En esto último pasa que tienen que demostrarlo como gobierno. Una forma de lastimar, por ejemplo, es no atender a los sectores en conflicto en su debido momento. Otra forma de lastimar es no generar las condiciones para que las deudas millonarias a favor de la caja fiscal, sean pagadas. Pasa más tiempo y no se muestra esa intención.
Y cuando señala que no ha volteado la página en relación a las demandas que deben atender en el país y que estas demandas son tan grandes, al punto que es necesario atenderla sin que los alcaldes y el gobernador regional toquen las puertas de los ministerios. La verdad que nos suena a mucho trámite.
Lo decimos porque en los diferentes ministerios hay proyectos avanzados y otros entrampados. Lo ideal sería que estos que están esperando aprobación, sean priorizados generando que se destraben, y así se puedan ejecutar. Ello no quita que se incluyan nuevos proyectos. Este tipo de acciones ejecutivas, creemos que pueden ayudar a voltear la página.