Solamente en los últimos 16 meses se ha podido comprobar que las firmas de actas para la solución del conflicto social en esta parte de la Amazonía peruana, han servido de algo. Pero, ese algo vino después de varias zapateadas por parte de los apus y dirigentes indígenas de las cuencas afectadas por derrame de crudo de petróleo.
Sería largo enumerar, pero recordemos lo más visible. Fue el tema de la titulación de las comunidades indígenas, en un acta del año pasado se comprometieron a invertir 3 millones de soles para este proceso vital para los pueblos amazónicos. Como no se hacía realidad se dieron varias reuniones para exigir que ello se cumpla. Así, primero el gobierno central transfirió unos 400 mil soles. Después siguieron exigiendo hasta que transfirieron más de un millón y casi completan lo acordado. Por ello actualmente vienen trabajando las brigadas de titulación.
Pero, el tema de titulación es una de las exigencias de las federaciones indígenas que están en lucha y que desde ayer están en Lima en conversaciones con las autoridades nacionales. Esto es saludable. Los apus aceptaron viajar para buscar una solución a este problema que ellos lo vienen sintiendo desde hace varias décadas. Sin embargo, hay responsabilidad de la dirigencia en el manejo de recursos económicos que les favorecieron, pero, se desconoce el destino en beneficio de todos ellos. Sería importante que se tenga en cuenta para que ese punto no quede flojo y evitar se repita.
Lo que tenemos en estas últimas horas que se paró el bloqueo del río Marañón y que el paro indefinido, como dicen los indígenas, ha sido suspendido; es un diálogo de alto nivel de gobierno con poder de tomar decisiones. Aunque la información que hemos recibido es que se está hablando de “una plataforma real que podemos ver a mediano plazo. Y las cosas que podemos hacer a futuro, las iremos trabajando”.
Se espera que para hoy tengamos mayores detalles de lo que vienen tratando, porque la verdad que parece lo mismo que han venido tratando acá. Y que se puede hacer en el acto y en el corto plazo. Están hablando de mediano plazo y sin un cronograma de acciones que pueda significar un compromiso de nivel técnico que pretende caracterizarse el actual gobierno. Y cuáles van a ser los canales de comunicación más efectivos para el seguimiento de los acuerdos al que puedan arribar. Eso porque una vez que regresen a Iquitos y luego a sus comunidades, no volvería a haber otro avión de la Fuerza Aérea que los transporte a Lima. Por lo menos, no han abordado el tema.
Lo que sí nos parece un desacierto de la dirigencia indígena, es no haberse asegurado que los alcaldes distritales a los que pertenecen sus pueblos no estén presentes en las conversaciones, y que tampoco hayan solicitado la presencia del gobernador regional y sus sectores. Es que por cuestión de Estado los acuerdos a que arriben tienen que ver mucho con estas entidades públicas, por las que se tendrán que canalizar.