Las instituciones culturales casi siempre han esperado más de lo debido en cuanto a trámites se refiere para mejorar las condiciones en las que se imparte. Lo que sucede con la Escuela Superior de Bellas Artes está como para colocar todas las esculturas de tamaño natural con las que cuentan en el frontis de la comuna provincial de Maynas, a fin de presionar para la rápida emisión del Título del terreno materia de un reclamo público actual.
Este tema ya lleva buen tiempo y hasta se podría decir que se ha excedido y que la paciencia de los profesionales y directivos de la referida Escuela ha sido puesta a «prueba de pinceles», porque se necesita mucha paciencia para crear una obra pictórica, aunque el formato del título no tenga nada que ver con la creatividad de un artista, parece una obra eterna, cuya elaboración no culmina.
El Arte es una de las manifestaciones que miden el grado cultural de las poblaciones, que expresan a su vez la sensibilidad por las diversas manifestaciones que humanizan a través de los trazos, las figuras, los colores, las formas, lo abstracto, la iluminación y, cuanta técnica y combinación pueda aparecer del imaginario y hacerse visible.
Es justamente lo que esperan en la Escuela de Bellas Artes, que se haga visible y real el documento de la titulación porque es un requisito indispensable para acceder a un proyecto de construcción que ayudará a mejorar la infraestructura de la casa del arte y la cultura que sobrevive gracias a la fortaleza de sus directivos, que también son artistas y que siguen soñando con una Escuela del ARTE que se precie como tal lo merece.