Desde hace un buen tiempo que el turismo local no es motivado a visitar zonas campestres cercanas a la ciudad, ni siquiera en los ya famosos «feriados largos» que bien podrían promocionarse los balnearios que antaño eran muy visitados por grupos de personas, en familia, entre amigos, compañeros de trabajo que organizaban paseos de confraternidad.
Quizás una de las razones sea que los balnearios se encuentran descuidados y habría que recuperar esos espacios de bellos paisajes amazónicos, como en «Corrientillo», «Puerto Almendra», «Nina Rumi», «Santa Clara», «Santo Tomás», «Manacamiri» y otros que ahora solo se sabe a las justas cuándo están de aniversario.
Cómo recuperar los balnearios tendría que ser una labor de las oficinas de turismo de las municipalidades distritales a la que correspondan, incluso canalizando convenios con la provincial, porque estamos hablando de esparcimiento donde la población pueda encontrar una relación armoniosa y recreativa con la naturaleza nuestra que tanto admiran los extranjeros.
Desde lejos nos vienen a decir que tenemos hermosos paisajes amazónicos, aquí cerquita, y nosotros no lo apreciamos en su real magnitud. Es curioso ver no solamente a veteranos turistas extranjeros, sino, últimamente, cada vez más, a jóvenes de diversos países e idiomas que con gran emoción se toman fotos en un atardecer amazónico para la posteridad.