100 años de aprismo

• A proposito del primer centenario de la fundación del APRA.

Por: Edgar Valdivia Isuiza

“Aceptadla porque es vuestra. Flameará primero sobre las soñadoras muchedumbres de las juventudes que van abriendo el camino y más tarde serán los pueblos, los ideales bellos y justos, los que agiten en el tumulto estremecido de sus luchas. Os la entrego…estudiantes de México, porque sois vosotros los que desde esta tierra heroica que hoy mira atenta y devota nuestra América, tenéis derecho a llevarla. Porque sois hijos del pueblo que más gallardamente defendió la libertad de la raza porque de vuestra propia sangre surgió el ejemplo de una nueva sociedad igualitaria y en avance.
Olvidaos de quien os la dio, pero recordad siempre que es enseñanza de juventud de justicia y de unión.”
Discurso de Víctor Raúl Haya de la Torre el 7 de mayo de 1924, en la fundación del APRA en México, ante los estudiantes de la Universidad Autónoma.
En la fecha, 7 de mayo del 2024 se cumplen 100 años de la prodigiosa creación del gran peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, cuando exiliado en México, ante los estudiantes de la Universidad Autónoma de dicho país, con una visión de históricas dimensiones dio un mensaje con nuevo contenido renovador, que fue el nacimiento del gran movimiento continental, que trascendió las fronteras del Perú y desbordó con sus planteamientos ideológicos, doctrinarios y programáticos a Indoamérica y el mundo. La memorable fecha es oportuna para hacer aproximaciones reflexivas.
El APRA emergió como un movimiento de gran arraigo popular para cambiar la dinámica y la forma de hacer política en el Perú y en los países de Indo América. Hace 1OO años surgió un nuevo lenguaje, una nueva actitud colectiva, una nueva forma de hacer política, interpretando el sentimiento y el contexto vivencial de las gentes, se afirmó un liderazgo construido al fragor de las luchas populares, escenarios que se forjaron en pos del nuevo país y la gran patria continente que se avizoraba edificar bajo la conducción del Gran Frente Único de los Trabajadores Manuales e Intelectuales, para hacer frente al enemigo común de ese entonces, que se apropiaba de las plusvalías nacionales.
El Programa Máximo del APRA se convirtió en instrumento orientador que visionariamente diseñara Víctor Haya de la Torre. Un esquema programático que direccionaba la lucha política para forjar la democracia con justicia social, que se resumía en el lema de combate: Pan con Libertad. Esta acción fundacional que marcó historia en Indo América fue una de las fuentes de donde bebieron muchos políticos de renombre y partidos de diversos países latinoamericanos. Este es el punto de partida para la formación del APRA. Víctor Raúl Haya de la Torre, fiel a su gran tarea de propagandista y organizador, en su infatigable trajinar para hacer realidad la reivindicación de los pueblos de Indo América, escribió un importante y voluminoso legado bibliográfico que coloquialmente discernía sobre la ideología y la doctrina que con mucha consistencia y solidez creativa e innovadora denominó Aprismo.
En las obligatorias reflexiones sobre las vivencias del aprismo en el Centenario, se hace necesario deslindar en un marco de mayor calidad exhaustiva, propósitos medulares de análisis e investigación para generar replicas que articulen el pensamiento de Haya de La Torre con las realidades del mundo contemporáneo, en la búsqueda de perfiles que coadyuven al propósito medular de su obra, que afiance al movimiento popular con una ideología con características propias, acordes con solidos principios filosóficos y doctrinarios, que en sí, pergeña su gran esencia integracionista, como desafío que construya sociedades democráticas con justicia social. El APRA como movimiento continental debe crecer y cimentarse con fundamental contenido popular.
Ahora, al celebrar y conmemorar alborozados pero responsablemente con la masiva y apoteósica concentración popular en mayo del año en curso en la plaza de Acho de Lima, el primer centenario, 1OO años de azarosa vivencia, con un largo y gran derrotero histórico, con un indiscutible legado en la construcción y afirmación de la democracia social en el Perú e Indoamérica, el APRA se afianza como un importante referente de opción programática y de gobernabilidad en el país y en el mundo, con cuadros políticos competentes y con experiencia de gobierno.
En el preanuncio de un Congreso Nacional, que conduzca al aprismo peruano a un profundo proceso de renovación y relevo dirigencial en todo el país, en la antesala debe impulsarse un análisis reflexivo de la Agenda Programática, Ideologica, Doctrinaria y la estructura institucional del APRA, que evalúe críticamente la percepción del rol que conllevan los partidos en el Perú, sugiriendo retomar el rumbo que corresponde al aprismo histórico: En suma, hacer perseverante pedagogía y docencia política, lo que implicaría ineludiblemente la exigencia de una profunda catarsis orgánica de los Partidos y sus cuadros políticos. La democracia social que impulsa el APRA, requiere ser insertada con mayor objetividad en el tejido social peruano, que se perciba como una de las mejores rutas para hacer justicia social en consonancia con las libertades ciudadanas.
Por otro lado, debe ser propicia la oportunidad para sustentar y sostener “el relevo generacional, que supone nuevas caras; la modernización de los mensajes, que supone programas, creíbles y financiables, con contenido social; la reformulación de las relaciones con los ciudadanos, que habrán de basarse en eficacia y coherencia constatables; la mayor de las firmezas y energías en la lucha contra la corrupción, y la capacidad para generar tejido de Estado y solidez institucional”, como referentes para diseñar una nueva visión de hacer política insertada con innovación y nivel competitivo y mayor eficacia y eficiencia en el mismo tejido social peruano.
A los miles de militantes apristas, simpatizantes y amigos ciudadanos de los 4 puntos cardinales del Perú que dieron su vida, sufrieron cárcel, destierro y martirologio al pregonar la causa aprista, por un mañana mejor para todos los peruanos, el gran homenaje y reconocimiento reflexivo, sincero y fraterno al celebrarse el gran centenario del APRA, que cada vez enraíza su perennidad en la conciencia de las nuevas generaciones, en la identidad de los ciudadanos que acrecientan su adherencia a postulados que están signados por convicciones y paradigmas de libertad y justicia a la luz de los profundos cambios políticos, sociales y tecnológicos del mundo. Nuevos horizontes se abren al influjo del trabajo y las oportunidades que forjan los peruanos. Corresponde al APRA afianzar ese esfuerzo colectivo. Las duras lecciones del pasado exigen a todos mucha madurez que salvaguarde y fortalezca la democracia como mecanismo vital de justicia y redistribución de riqueza. El Perú no puede ni debe retroceder en ningún sentido a épocas aciagas. Es hora de avanzar y los apristas ratificamos nuestro incondicional compromiso con el Perú y sus nuevas generaciones.

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