Terminal Portuario

En nuestro medio, el transporte fluvial, al igual que el terrestre es un caos. En ambos casos, guardando las distancias, se dan situaciones similares, como que los colectivos recogen pasajeros en cualquier parte, paran donde les da la gana, sin que absolutamente nadie pueda cambiar estas actitudes de los choferes. En el río, las embarcaciones no cuentan con las garantías técnicas para proteger al pasajero, comenzando por no tener los obligatorios chalecos salvavidas y tampoco un puerto seguro de donde partir y a donde llegar.
Los turistas están expuestos a ser asaltados en las inmediaciones donde toman una embarcación para una excursión, porque no hay un lugar acondicionado adecuadamente para ofrecerles comodidad y sobre todo seguridad, como en los aeropuertos.
También los campesinos loretanos sufren de asaltos por “los encapuchados” que se llevan los productos regionales que transportan después de mucho tiempo de trabajo en la siembra, cuidado y finalmente la cosecha. Igual, muchos profesores o trabajadores públicos que utilizan las embarcaciones para llegar a sus centros de labores sufren por la inseguridad en informalidad del servicio.
La intención de construir un terminal portuario de uso exclusivo para pasajeros por parte de Enapu Perú, con oficinas de control de registro de pasajeros, venta de pasajes, identificación en un puesto policial, control de Sunat, Migraciones y Dinandro, además de sala de espera, embarque y paso de pasajeros a la embarcación, nos parece una excelente idea.
El terminal portuario de Enapu estará disponible para las naves de esta empresa, que según anunció su presidente del directorio, serán tipo ferry, con una capacidad de 300 pasajeros, dedicado a viajes hasta la frontera, parando en Indiana, Pebas y Caballococha. Son embarcaciones confortables, y se sabe que los precios de los pasajes para pasajeros y su carga personal, se equiparará a los actuales costos de los pasajes por lanchas. Tendrán una subvención según expresa el decreto legislativo que refiere al tema.
Todo lo dicho, va generar un movimiento en gran medida para el sector turismo, que puede ser local, regional, nacional e internacional. En buena hora, porque la industria sin chimeneas es uno de los rubros que debemos desarrollar para general economía en nuestra región Amazónica.
Por otro lado, y dentro del rubro del transporte fluvial hay sectores que también merece ser atendido y son los pasajeros locales que realizan rutas cortas entre comunidades y hasta Iquitos. Asimismo el comerciante ribereño que trae sus cosas en una lancha, un bote, una canoa o balsas. Las autoridades responsables deben pensar también en este importante sector de la población para lograr un completo ordenamiento del transporte fluvial en la región que cada día aumenta.