SOBRE LA INSEGURIDAD CIUDADANA.

En este río revuelto, ¿quiénes son los pescadores que ganan, señor alcalde provincial de Maynas?

 

Por: Luís Roldán Ríos Córdova       rioscordova2010@hotmail.com

 

Bueno, ya no podemos hablar de Seguridad Ciudadana cuando nos referimos al cuidado de la población por parte de las instituciones encargadas para este fin, algunas de ellas llamadas tutelares, aunque así como está la criminalidad, la tutela está en tela de juicio.

Siendo el alcalde de Maynas uno de los principales llamados para garantizarnos la vida y la salud, qué pena que se niegue a colaborar con el presidente del gobierno regional, quien dentro de la competencia de sus funciones ha venido permanentemente buscando el acercamiento necesario para trabajar de manera conjunta por la seguridad ciudadana; sin embargo, el alcalde de Maynas prefiere ir a Yurimaguas en busca de jóvenes a quienes les ha llegado la hora, ¿acaso está haciendo proselitismo político desde ahora y con plata del Municipio? ¿Qué hace el alcalde de Maynas en Yurimaguas cuando aquí tenemos serios problemas de inseguridad ciudadana? Usted se niega a trabajar de manera articulada por la seguridad de la población, y da pena decirlo porque esa actitud se convierte en complicidad que favorece al delincuente que cada vez se siente más seguro para actuar, claro, desde el momento que el río está revuelto, los malhechores serán siempre los pescadores que salen ganando.  El señor alcalde de Maynas se ha convertido en la seguridad que necesitan los delincuentes para actuar desde el momento que no desea trabajar en bien de una población que para eso también contribuye.

 

Sumado a esta situación, tenemos el divorcio entre los brazos del Estado que actúan cada quien por su lado, la izquierda esconde lo que hace para que la derecha no lo sepa, situación que nace desde que el trabajo normativo del GOREL cae en el vacío en tanto el brazo ejecutor no ejecuta nada; en estas condiciones, todos estamos expuestos a caernos en cualquier vereda sin que nuestra sangre tenga precio ni como ser vivo ni como persona, sino, sólo como monumento a la irresponsabilidad que termina en una corona de flores y un recuerdo como noticia periodística que va disipándose en la nada hasta el próximo crimen.

Así estamos por la mezquindad que parte increíblemente del padre de la ciudad, al no querer colaborar con el Gobierno Regional como es su obligación, actitud irresponsable que es tomado por la criminalidad como su mejor aliado. No es posible. ¿Qué derecho tiene el alcalde para poner la seguridad de nuestras vidas en manos de sus intereses y afanes de llegar al Gobierno Regional a cualquier precio?

 

Señor Alcalde de Maynas, si quisiera ser su enemigo, le diría: «Señor alcalde, está muy bien lo que hace, no colabore con el Presidente Regional.…No, yo quiero ser su amigo, por eso le digo que su actitud no es el camino correcto porque no son actitudes disuasivas para la delincuencia, la vida de todos está en peligro, hasta la de usted. Si bien es cierto no se ve asesinatos selectivos, lo que está ocurriendo es peor, porque por cualquier pequeñez las balas que usan con la más grande tranquilidad puede caerle a quien sea, a usted mismo.

 

No señor Alcalde, su estrategia nos está poniendo en peligro a todos, use esa inteligencia que tiene tras de esos ojos azules, deja de prestar los dos oídos a sus consejeros que pueden ser gente solamente interesada en sacarle provecho a usted ahora, aunque fracases  después.

Al negarse usted a trabajar en coordinación con el Gobierno Regional, da la imagen a la población de que la seguridad ciudadana no es algo que le interese a usted. No busque usted crecer políticamente inventándose  enemigos que no existen ni tienen por qué existir, no. Busque crecer pisándose sobre sus propios méritos para el que usted está muy capacitado.

Ayude usted al presidente del Gobierno regional a corregir todo aquello que probablemente está atentando contra la salud y la vida de la población, ayude usted a romper el statu quo de la inseguridad que estableció su notable presencia en una especie de competencia entre la justicia, la policía y el Serenazgo con todo el respeto que estas instituciones se merecen por tener en sus filas a gente proba y con ganas de servir, tras de quienes se agazapan los malos jueces, los malos policías y los malos serenos que constituyen la seguridad que los delincuentes necesitan para actuar sin temor ni siquiera a la condena, mucho menos a ser detenidos.

 

Así como están las cosas, ¿Quién puede asegurarme que la siguiente especulación que hago es sólo una especulación?

El Serenazgo mal pagado y  sin armas, convertido en proveedor de delincuentes para la policía, exponiendo su vida captura a un criminal armado y lo entrega a la Comisaría.  A las horas lo ve sonriente en las calles. Lo explicable es que la próxima negocie: Dame cien porque la policía te va a cobrar doscientos. El policía le dirá dame doscientos porque más allá te van a cobrar trescientos, pues, el policía también ve en las calles a los criminales que hace unos días poniendo en peligro su vida capturó para entregarlo a quien corresponde.  Entonces, ¿Dónde están los honorables?

 

Si la teoría  del párrafo expuesto no es especulación ¿Cómo vamos a salir del río revuelto si usted como padre del pueblo no colabora? Lamentablemente tendríamos que aceptar que no se puede premiar sistemáticamente las estupideces y esperar que esto no traiga consecuencias.