#NiUnaMenos en la UNAP

  • El sistemático acoso sexual en los claustros universitarios:

 

grafico acoso

Por: Adolfo Ramírez del Aguila.

Egresado de la UNAP

 

 

Desde que estuve como estudiante en la UNAP, allá por los años ’90, ya se escuchaban las vergonzosas historias, protagonizadas por algunos malos catedráticos que cobraban coimas económicas o chantajeaban sexualmente a los (as) estudiantes para aprobar un curso difícil. Eran tiempos del fujimorismo con el poder absoluto, y en el ambiente universitario se respiraba una cierta indiferencia, complicidad, impotencia y rabia por todo lo que sucedía en el país.

Han transcurrido casi 20 años de haber egresado de las aulas unapenses y todo indica que las malas prácticas de algunos docentes corruptos y chantajistas,  continuaban impunemente. Hasta que sucedió el ¡basta ya! de un valiente grupo de alumnos y alumnas de la Facultad de Odontología, que tomaron la firme decisión de visibilizar las malas artes que se dan en los claustros universitarios.

Como es de público conocimiento, el catedrático Jack Alan Mendoza King, docente de la Facultad de Odontología, fue grabado ‘in fraganti’ en un hostal de nuestra ciudad. Literalmente con “la alumna en las manos”, el controvertido docente no supo explicar a la policía que le intervino, las circunstancias muy comprometedoras en que se encontraba. La justicia tendrá que hacer su trabajo para aclarar, y dado el caso, penalizar este supuesto caso de acoso y chantaje sexual. Gracias al video, grabado desde los celulares de los propios compañeros de la víctima, que participaron también de la “camita” que le tendieron al mal docente, la sociedad loretana pudo conocer la gravedad de estos actos delictivos que revientan en nuestra cara pelada.

La firme decisión de este grupo de estudiantes de Odontología, de denunciar estos actos, no quedó en la anécdota noticiosa como suele suceder siempre. Margarita Hidalgo, joven universitaria víctima de este sonado caso, escoltada por sus compañeros de carrera, visitaron todos los medios de comunicación para fundamentar su denuncia y pedir apoyo a la opinión pública y a las autoridades de la ciudad, en especial las judiciales, para que este caso no quede impune. Incluso convocaron a sus demás compañeros universitarios para protestar en las calles, reeditando la apoteósica marcha #NiUnaMenos del pasado #13A.

Pero lo terrible vino después. Cuando se pensaba que los líderes sociales y políticos, que seguramente estaban en la gran marcha del 13 de agosto pasado, iban a apoyar esta cruzada estudiantil, la realidad de vivir en una sociedad marcadamente machista, nos hizo pisar tierra. Un catedrático unapense y reconocido político aprista, el doctor Enrique Pinedo, ensayó temerariamente una defensa de su colega Jack Alan Mendoza, aduciendo que “las estudiantes son quienes acosan sexualmente a los catedráticos” y que se ponen prácticamente en un escaparate (ideología Cipriani ¿recuerdan?) para aprobar un curso. Otorongo universitario no come otorongo.

Esperando con impaciencia los resultados objetivos de la investigación de este sonado caso, que nos devuelvan la fe en la justicia, hacemos votos para que esta lucha por los derechos mancillados de la mujer, continúe desde los diferentes frentes, y que el colectivo #NiUnaMenos-Iquitos, prosiga valientemente en la lucha ya iniciada el #13A y que no se intimiden ante las amenazas de los que quieren mantener un sistema de machismo pernicioso y corrupción generalizada.

Lamentablemente, estos casos de cobros indebidos y de extorsión sexual no se dan solo en los claustros universitarios, también suceden en las aulas escolares de secundaria. Docentes pedófilos que en vez de honrar su sagrada misión de proteger a la niñez, dan riendas sueltas a sus instintitos descontrolados, sin importarles perder su reputación profesional, por un momento de tentación. El caso último del monstruo de Bambamarca, fue una triste prueba de esta espeluznante realidad.

Que Dios padre misericordioso, nos acompañe en esta permanente lucha por construir un mundo con equidad de género, con respeto a la mujer y con justicia para los sectores más vulnerables. Que Dios nos de la perseverancia para no claudicar en el largo camino (éxodo) hacia un mundo mejor.

¡Del chantaje sexual y del machismo pernicioso, líbranos Señor! Amén.