Malas prácticas deben ser extinguidas

Aquellas malas prácticas que parecían desterradas siguen campeando en grupos de gobierno que a «todo pulmón» se la juegan con tal de seguir en el poder.
No hay programa periodístico de investigación que semana a semana difunda audios o videos comprometedores para ex autoridades o para las que actualmente están en cargos públicos. Dicen ser inocentes, como gritaba chillonamente Fujimori, pero las evidencias propaladas a cada rato demuestran lo contrario.
Cuando la tecnología es usada de manera óptima permite develar las malas prácticas, pero cuando es mal usada precisamente se incrementan esas malas prácticas con la finalidad de hundir a personajes que de una u otra forman luchan por romper el círculo de la corrupción en el país o regiones a fin que no siga minando el desarrollo del país e impidiendo el crecimiento de los pueblos.
Ahora mismo la comisión de fiscalización del Congreso, citó al presidente del Concejo Regional de Loreto, para que aclare lo ocurrido en el reportaje propalado por «Panorama» donde supuestamente el Congresista Víctor Grandez, permitía la prostitución infantil en el hotel de su madre. Se levantó el secreto de las comunicaciones y lo encontrado vía Whatsapp ha sido devastador para él y su agrupación política.
Una autoridad envuelta en la «fabricación» de videos y quizá hasta audios fraguados donde denigraban a personajes que les son incómodos. Grandez Saldaña, por esos días denunciaba la sospechosa adquisición de maquinaria pesada. Fernando Meléndez, futuro presidente regional también estuvo en la mira según los Whatsapp ya difundidos en varios medios de comunicación.
Hoy se comprueba que la denuncia por presunto «lavado de activos» se infló con la participación de gente afiliada a Fuerza Loretana, lo que también fue tratado en la comisión del Congreso pues los parlamentarios fueron implacables en sus preguntas para con el presidente del Consejo Regional.
Ahora ya se sabe que siempre han estado jugando al terrorismo y al narcotráfico, sin pruebas contundentes sino fabricadas quizá en una «centralita» loretana que aún no ha sido descubierta del todo.  Pésimo.