Reflexiones en el Día Internacional de la Mujer

Con la finalidad de hacernos reflexionar acerca del importante rol que cumple la mujer en el hogar y en la sociedad, se ha establecido el 8 de marzo de cada año como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a todas las mujeres del mundo, cuya característica peculiar, a diferencia de los varones, es su amor incondicional y la gran fortaleza para superar las adversidades, aún en condiciones extremas.

En la actualidad encontramos a las mujeres laborando en campos ocupacionales que antiguamente estaban reservados solo para los varones. Por ejemplo se desempeñan como ministras, alcaldesas, regidoras, policías, militares, etc.; también en campos petroleros como ingenieras, dirigiendo partidos de fútbol como árbitros, trabajando en las empresas como ejecutivas, dirigiendo operativos policiales como fiscales, administrando justicia como juezas, etc. También cabe resaltar el arduo trabajo de la mujer campesina y de la ama de casa, entre otras ocupaciones más.

Sin embargo, anteriormente se consideraba a las mujeres con el erróneo calificativo de «sexo débil» y hay aún quienes persisten con esta concepción propia de una óptica machista, de quienes se imponen por la fuerza bruta y no conciben aún que la mujer posee por naturaleza una mayor capacidad de resistencia ante los problemas, una mayor fortaleza para vencer las adversidades de la vida diaria y una mejor intuición y percepción, por lo cual de hecho constituye la columna vertebral en el hogar.

Haciendo una distinción, entre varones y mujeres, acerca de la manera de prodigar amor, existe una marcada diferencia. El varón como padre mantiene el amor a los hijos, siempre y cuando estos cumplan con sus expectativas; en caso de grave conflicto, el padre tiende a desentenderse y cortar la parte afectiva y económica. En cambio el amor de madre es instintivo, irracional y desinteresado. Instintivo porque forma parte de su naturaleza de mujer; irracional porque no escatima en dar todo de sí misma por su hijo(a), sin importarle lo que sea o haya hecho, o inclusive que le haya infundido agravios; e incondicional porque es desinteresado y no pide nada a cambio.

Cuando tenemos un hijo pequeño y lo cargamos en brazos, los varones nos cansamos rápidamente. Sin embargo una madre nunca se cansa ni del peso ni de las acciones de los hijos, o al menos no lo hace evidente y por el contrario saca fuerzas de muy adentro de su ser para cuidarlos y prodigarles su amor, calor y ternura de madre hasta el final de sus días. Lamentablemente, hay muchas hijas e hijos ingratos que, en vez de reconocer todo lo que su madre hizo y hace por ellos, les causan sufrimientos y decepciones.

Seguramente en el Día Internacional de la Mujer, a todas las mujeres profesionales y destacadas, se les hará sendos y merecidos homenajes como reconocimiento a los esfuerzos desplegados para alcanzar los sitiales en donde se encuentran, lo cual les ha permitido constituirse en paradigmas para continuar forjando los grandes cambios que dejen atrás los rezagos de una sociedad con sello patriarcal, machista y de violencia contra la mujer.

Sin embargo, para no ser excluyentes, los reconocimientos también deben ser extensivos a tantas mujeres pobres, humildes e ignoradas de tantos lugares del vasto y variado territorio peruano, especialmente de los asentamientos humanos, pueblos jóvenes, caseríos de las riberas de los ríos de la selva, los poblados de las zonas andinas, de las fronteras, etc. donde la lucha es aún más intensa y fuerte, no solo contra los embates de la naturaleza, sino contra la pobreza, la miseria, el abandono del cónyuge, etc., así como el olvido e inercia de algunas autoridades.

«…una madre nunca se cansa ni del peso ni de las acciones de los hijos…»
Estas reflexiones dan lugar a concluir que las mujeres en realidad cumplen un rol importante en la sociedad por ser, entre otros aspectos, las primeras educadoras y guías permanentes de los hijos, aún hasta el final de sus días y constituyen por tanto el sostén de la familia, como célula básica de la sociedad, un ejemplo vivo de constancia, dedicación, abnegación y amor inmensurable que todos debemos valorar, apreciar y reconocer. ¡Feliz Día Internacional de la Mujer!

Un comentario sobre “Reflexiones en el Día Internacional de la Mujer

  1. FELICIDADES A TODAS LAS MUJERES DEL MUNDO..LA MEJOR CREACIÓN QUE DIOS PUDO HACER…TAN «TODO»…LAS AMO MUJERES…SALUDOS…

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