Oportunidad perdida

A veces no entendemos a quienes nos representan cuando tienen la oportunidad de plantear soluciones a las necesidades urgentes que tenemos. Y hacemos referencia a que el martes de la presente semana un grupo de dirigentes indígenas y campesinos de las regiones San Martín, Cajamarca y Loreto, estuvieron frente a frente con la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Cayetana Aljovín.

En la reunión también intervinieron los directores y representantes de los programas sociales Qali Warma, Juntos, Cuna Más, Foncodes, Pensión 65 y del Sistema de Focalización de Hogares-SISFOH. Aunque se desconocen mayores detalles de la reunión como los planteamientos desde las dirigencias amazónicas.

Si bien los programas sociales han mejorado bastante, conocemos de reclamos que son urgentes y es más, tienen la solución, pero quienes tienen que implementarlo justamente son los del Midis. Es más, hasta podría haber sido iniciativa de estas autoridades nacionales, el tocar el tema. Nos referimos a los alimentos que Qali Warma tiene en cartera, y que los mismos sean totalmente con insumos de la zona.

El presidente de la República ha anunciado una revolución en la educación y la salud, y para lograr esto último tenemos que ser exitosos en la alimentación a nuestros escolares, que sean balanceados, nutritivos y revalorando los productos de cada región con cierto refuerzo de otros productos.

De lograrse esta petición se moverá más la economía de los agricultores locales y regionales, los mismos que también tendrán que buscar obligatoriamente formalizarse para poder negociar con el Estado. Y nuestros hijos estarán consumiendo preparados nutritivos regionales, saboreándolos, con gusto, y no que ocurra que lo rechacen.

Momentos como la reunión con la ministra Aljovín no se pueden desperdiciar. Nos dirán, pero se están dando cambios en la dieta de Qali Warma. Está bien. Sin embargo, son pasos como medidos. Para lograr la revolución a la que refiere el mandatario, son pasos más audaces, planeados y debidamente organizados, y con efectos inmediatos. El asunto todavía es tibio, como en otros temas.

Parece que los ministros no sintonizan con los anuncios, o se estaría “amarrando” la compra de productos a grandes empresas nacionales. Nadie está en contra de estas firmas y su crecimiento, pero, la diversidad nacional nos hace ver que nos equivocamos en pretender estandarizar los gustos, además que estas decisiones son contrarias a la dinamización de las pequeñas economías, contradiciendo lo que pregona el gobierno nacional.