-En clausura de exitoso XIII Congreso Nacional de Filosofía organizado por la UNAP
«La Amazonía exige una extrema responsabilidad en las decisiones que tomamos, más aún cuando no podemos prever sus consecuencias últimas», es parte del pronunciamiento que hicieren los más reconocidos filósofos del Perú, además de otros visitantes de los hermanos países de Brasil y Colombia que se dieron cita al XIII Congreso Nacional de Filosofía organizado por la UNAP en Iquitos, se inició el martes 3 y concluyó ayer viernes 7 de octubre a las 7 de la noche.
El catedrático unapense Anunciación Hernández fue quien clausuró el evento, estuvo acompañado en la mesa de honor del aula magna de la UNAP por el licenciado Julio Olórtegui Sáenz, presidente de la Comisión Organizadora del Congreso y el doctor Zenón de Paz Toledo, catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Los asistentes de este evento denominado «El hombre, la interculturalidad y la biodiversidad en la Amazonía», manifestaron que la Amazonía es uno de los espacios de mayor biodiversidad y diversidad cultural, y que en un momento de la historia en que esa diversidad disminuye aceleradamente, este espacio concentra algunas de las mayores tensiones que hoy afronta la humanidad.
«Los problemas que hoy enfrentan las diversas comunidades de vida están cada vez más vinculados entre sí, alcanzando una dimensión planetaria que nos involucra a todos, por lo cual las salidas que podamos proponer frente a esos problemas serán más pertinentes en la medida en que se definan con vocación de diálogo, sobre la base del respeto por las diferencias y con plena conciencia que habitamos en una morada común, cuyo equilibrio ecológico es necesario cuidar y preservar a fin de garantizar condiciones de vida digna para las futuras generaciones».
Dado el incremento continuo de la potencia de la acción humana por efecto de la tecnología, sus alcances afectan a la totalidad de la cadena de la vida, de cuya fragilidad debemos ser conscientes. La Amazonía está siendo severamente afectada por agentes y decisiones que tienden a ser ajenos a las comunidades que la pueblan, en particular los pueblos originarios que criaron la diversidad hoy en peligro. Por lo cual es necesario acercar esas decisiones a los intereses de esos pueblos y al modo sabio con que criaron la vida, empezando por respetar sus tradiciones culturales y hacerlas parte efectiva de nuestro patrimonio común.
La universidad es una institución clave para comprender la complejidad del mundo en que vivimos y discutir los modos más pertinentes de cuidar su integridad y el de la humanidad, lo cual exige un apoyo decidido de la sociedad y el Estado para el cabal cumplimiento de sus fines. Finalmente agradecen «a la UNAP y sus autoridades el meritorio esfuerzo para proveer este espacio de debate del más alto nivel académico, que sirve al desarrollo de la comunidad académica nacional y nos comprometemos a dar continuidad a este esfuerzo y a fortalecer nuestros vínculos con los académicos de esta región».
