- Expresó Moisés Cahuachi Fachín, Apu de la comunidad “Santa Úrsula”.
Su comunidad está por el bajo Amazonas, exactamente a espaldas de la localidad de Yanashi. Ni siquiera podían llegar hasta ahí para hacer alguna llamada telefónica para saber del estado de sus seres queridos, porque cerraron todo. En cada una de las 80 familias de “Santa Úrsula” hubo miedo y desesperación, porque más de un familiar había caído con covid.
Ayer se recordaron 2 años desde aquel 16 de marzo de 2020 en que el presidente Martín Vizcarra, salió a dictar las medidas restrictivas debido a que el virus covid empezaba a golpear con fuerza en el Perú.
Ayer hubo un evento sobre la presentación de planes de vida de 23 comunidades nativas en el gobierno regional, auspiciado por el Centro para el desarrollo del indígena amazónico (CEDIA). Ahí se escuchó hablar del plan de vida de la comunidad de Moisés Cahuachi Fachín, pero más que eso, llamó la atención su testimonio sobre cómo había pasado su comunidad, la época de pandemia covid.
“Estábamos con mucho miedo y desesperación porque todos teníamos familiares en Iquitos y en otras partes de la región y el país, pero no podíamos comunicarnos para saber cómo estaba su salud. Era un tremendo problema la falta de comunicación, no contábamos con una antena de comunicación. Nosotros vivimos a espaldas de la localidad de Yanashi. Una desesperación muy grande porque la comunidad de Yanashi nos cerró el pase.
Sin comunicación no podíamos saber nada de nuestros familiares. Era algo muy triste. Somos como 80 familias en mi comunidad, en toda familia había uno que otro enfermo con covid. Creo que caímos todos. Murieron 8 personas que fueron enterradas en el cementerio de la comunidad” dice Moisés.
¿El ministerio de salud, medicamentos no llegaban hasta allá?
-No. Eran días muy crueles para todos, si acá faltaban médicos, enfermeras, medicinas, oxígeno, se imaginan cómo era allá. Felizmente un amigo dijo que había escuchado que la medicina tradicional era buena.
Que hiciéramos preparados de cebolla, ajos, jugo de toronja, las hojitas también y así con esos preparados y otras medicinas naturales, pudimos irnos salvando de la muerte. Con eso detuvimos la enfermedad. Igual hacían mis hermanos de otras comunidades donde todo era llanto y desesperación.
De otro lado. Moisés contó que necesitaban de más capacitaciones como la que estaba haciendo CEDIA, para conocer sus derechos. Y también que les enseñen a preparar denuncias a fin de interponerlas contra mucha gente que ingresa a sus terrenos a saquear sus riquezas naturales.





