- Ante ola de delincuencia y vandalismo.
La inseguridad sigue golpeando a los habitantes del asentamiento humano 21 de Setiembre, quienes denuncian constantes enfrentamientos entre pandillas, robos y el consumo descontrolado de sustancias ilícitas en la zona. Ante esta situación, los vecinos han decidido alzar su voz y exigir a las autoridades una mayor presencia policial y del Serenazgo para frenar la delincuencia que los mantiene en zozobra.
Según relataron los pobladores, los enfrentamientos entre pandilleros se han vuelto frecuentes, poniendo en peligro a niños, ancianos y personas vulnerables. “Aquí no se puede vivir en paz. Todas las noches hay peleas, gritos y hasta disparos. Tememos que en cualquier momento una bala perdida le caiga a alguien inocente”, manifestó una vecina, quien prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
Además de los enfrentamientos, los pobladores denunciaron que el consumo de drogas ha convertido algunas calles del sector en zonas peligrosas, donde jóvenes y adultos se reúnen para consumir sustancias ilícitas sin temor a ser intervenidos. “Vemos a estos muchachos drogándose a plena luz del día. La policía viene, pero no hace nada. Necesitamos una solución real”, agregó otro vecino.
La indignación en la población ha llegado a tal punto que los moradores advierten que, de no tomarse medidas inmediatas, tomarán acciones por cuenta propia. “Si la policía no interviene, vamos a organizarnos nosotros. No vamos a permitir que los delincuentes sigan adueñándose de nuestras calles”, expresaron algunos de los afectados.
Ante esta situación, los vecinos exigen reuniones urgentes con las autoridades locales para coordinar patrullajes permanentes y estrategias que permitan reducir la criminalidad en la zona. También solicitan la implementación de cámaras de vigilancia y operativos nocturnos para disuadir a los delincuentes.
Hasta el momento, la Municipalidad Distrital de Punchana y la Policía Nacional no han emitido un pronunciamiento oficial sobre las demandas de los vecinos. Sin embargo, la presión de la comunidad podría obligar a las autoridades a tomar medidas concretas para devolver la seguridad al asentamiento humano 21 de setiembre.
(C. Ampuero)