Una mirada crítica y analítica

  • Escribe: Ing. César Calderón Vela
  • Reg. CIP N° 32486

Este artículo está dirigido a las personas que se sienten atraídos por las ideas de desarrollo y prosperidad para los pueblos, del mismo modo a los que buscamos en forma incansable la “verdad”, esta toma es de la trocha carrozable que parte del puente Nanay (Bellavista – Punchana), y llega a Mazán, donde serían beneficiados (33) comunidades o centros poblados rurales. En 1995, Joaquín Abensur Araujo, prometía construir una carretera de Iquitos a Mazán, ubicado en las orillas del río Napo. Una década después, su hijo, Salomón Abensur, ganó la Alcaldía de la provincia de Maynas, y no concluyó con el proyecto de su Padre. El 2017, el ex -presidente, Pedro Pablo Kuczynski, repitió las dos promesas, dentro de un sueño todavía más grande. Este sueño empieza con una carretera que sale de Iquitos, cruzando el Nanay por un puente el más largo de Perú, ya construido colocándose como una de las mejores obras, “mega obra”, para los loretanos, y al cruzar el río Nanay, nos encontramos con un caserío Santo Tomas, y allí queda todo, nos quedamos con las ansias de contar con una carretera asfaltada que nos lleve a Mazán, capital del distrito de Mazán ubicado en la margen derecha del río Napo, cuenca que nace en los andes ecuatorianos y desemboca en el río Amazonas.
Desde este puente existe ya una trocha carrozable donde se va cruzando la selva hasta llegar a los caseríos de “4 de abril”, “Corazón de Jesús”, “Santa Cruz” a orillas del río Mazán, hasta llegar a Mazán capital distrital.
Pero el sueño no se detiene ya el compromiso es desde Mazán cruzar el río Napo por “ferry”, hasta la comunidad de Salvador, margen izquierda del río Napo a una hora río arriba, ahí la carretera arranca otra vez, pasando por selva virgen hasta San Antonio de El Estrecho en el río Putumayo– un pueblo tan aislado que nuestra moneda “sol”, no se le conoce, por la “hegemonía” del “peso colombiano”, que circula en nuestras poblaciones de nuestra frontera con el país de Colombia. el viaje de ahí a Iquitos por lancha dura hasta 20 días.
Para el comunero común y corriente de Mazán, dentro de sus conversaciones de amigos y vecinos se habla con lenguaje, tan natural y comprensible de que la causa es sencilla: ‘A veces aquí en el Perú, existe pues, como se llama, esa palabra que dicen…’ “Hace una pausa”, mientras este hombre sencillo busca la palabra adecuada para captar la realidad detrás de tantos espectros decepcionantes.
‘¡La corrupción!, ¿exclama?… Parece que eso es un poco lo que nos mata a nosotros. Hay gobernantes, que quieren hacer su trabajo bien, pero ahí se involucran algunas cosas y no terminan, con el proyecto, por llevarse el dinero de ese proyecto. En vez de cumplir el presupuesto con el trabajo, en mitad del proyecto ahí se queda.
Se trata entonces de cuestionar a nuestras actuales autoridades, desafiando ese “muro”, que tiene una mezcla entre “ayayeros”, así como periodistas rentados por el “patrón gobierno” que siempre hablan bien, y no ven ese punto “crítico” que debe tener un periodista que busca la “verdad”, y no la mentira, haciendo ver logros, por más que sean ridículas como el dar solución del problema energético de Iquitos, planteando como solución algo que nos traerá desgracia después con el medio ambiente, al instalar empresas que generen energía a base de madera, de manera sostenible, es decir solución con el que generará problemas ambientales más tarde.
Del mismo modo un periodista tiene que exponer las injusticias cuando un proyecto nacional, que ya tiene “trocha”, se trunca.
Aquí ya se tiene inversión, y lo que más duele, es que les dieron esperanza a los pueblos, esto es “hipocresía” de nuestras autoridades tanto nacionales como regionales.
Hoy la estructura del poder está en este congreso juntamente con sus 130 congresistas, donde la necesidad de los pueblos a ellos no les importa ni les interesa su bienestar, alejándose en brindar un gobierno para una sociedad más justa y feliz.
Claramente todo gobierno tiene “lado oscuro” y esto viene de muchos siglos atrás, que siempre arrastran las actuales autoridades, desde los famosos reyes de Europa, “Vosotros los reyes, nos poneis en guardia, sois como los dioses de “Homero” que hacen que los hombres sirvan a sus propósitos sin que esta pobre gente lo sospeche”. (Roberson, 668).
Queremos que nuestras autoridades inspiren justicia, lealtad, promesa, respeto al trabajo de campo de estas familias rurales, que no pueden sacar sus productos para la venta, y los demás valores que el ser humano pueda adquirir en la vida, que se respete el principio de la “soberanía popular” ósea lo que el pueblo pide, la construcción de la carretera “Joaquín Abensur Araujo”, que tiene ya 29 años de post espera.