Terrorismo internacional

  • Movimiento extremista islámico crea zozobra en París y en el mundo entero:

Por: Adolfo Ramírez del Aguila
arda1982@yahoo.com

Al grito de: ¡Viva Alá, mueran los infieles!, un pelotón suicida del grupo Estado Islámico, exterminó a 129 ciudadanos indefensos de la bella capital francesa, París. Este accionar sorpresa (así son todos los actos terroristas) ha socavado el equilibrio estratégico que la comunidad internacional mantenía a duras penas. Los sectores políticos belicosos franceses, liderados por su presidente Francois Hollande, han decretado el estado de guerra total a los feudos militares que el grupo radical  ISIS, más conocido como Estado Islámico, tiene en Siria e Irak.
Como Francia es aliada de Estados Unidos y de los demás países europeos occidentales, la coordinación militar a escala global, hace suponer que la guerra en el ya caliente Medio Oriente se va a intensificar. Entonces, la tan temida Tercera Guerra Mundial por partes, es una realidad fuera de discusión.
Los peruanos que sabemos lo que es una guerra no convencional contra el terrorismo, intuimos que este nuevo escenario belicoso en el mundo, es el abono buscado por el Estado Islámico para radicalizar su accionar con mayor justificación. Prácticamente, el ataque del negro viernes 13 en París, ha hecho pisar el palito a sus enemigos, que ahora sí van a entrar en su lógica de muerte y guerra total.  Eso hacía Sendero Luminoso en el Perú de los 80´.
Hasta hace unos cinco años, los acontecimientos en esta aldea global eran controlados por las agencias de noticias que decidían lo que convenía o no saber sobre los sucesos en el mundo. Ahora, con la personalización de la información (tú decides lo que quieres saber), vía las redes sociales, llámese Twitter o Facebook, podemos mirar desde el anverso y reverso, cualquier suceso mundial.
Mis alumnos de Quinto de secundaria que leen poca prensa escrita, y miran esporádicamente la televisión, me estaban comentando que en el Facebook habían visto, la masacre que hace Estados Unidos y sus aliados (entre ellos Francia) a las poblaciones civiles que habitan territorios de Siria e Irak. Efectivamente, estos musulmanes indefensos, tienen que esquivar no solo las bombas de los gringos o franceses, sino también las balas de los grupos internos enfrentados en una guerra civil sin cuartel, financiados todos con «ayuda militar internacional».
Mis alumnos me mostraron un video en el celular con internet que manejan, a un niño árabe que habían perdido a sus padres y hermanos, y clamaba llorando, que ya dejen de mandar bombas a su pueblo y que cese ya el ataque, porque él quiere jugar con sus amigos e ir a la escuela con tranquilidad. Efectivamente, de esto no se informa mucho en la prensa adicta al capitalismo informativo y solo cuando los titulares reportan un ataque criminal a poblaciones francesas, el mundo se conmueve ¿No son humanos estos árabes? Me increparon mis alumnos nativos digitales.
Efectivamente, eso pasó también en la guerra interna de los ochenta en nuestro sufrido Perú. El terrorismo de Sendero Luminoso-MRTA y el terrorismo de las fuerzas del orden, exterminaban a poblaciones enteras en la sierra, y nadie se estremecía por esos genocidios perpetrados en las punas lejanas. Hasta que explotó un coche bomba en Tarata (exclusivo distrito de Miraflores en Lima) y recién tomamos conciencia nacional de la magnitud de esta guerra fratricida que ya había matado a miles de campesinos pobres ¿Acaso la vida de los limeños valía más que la vida de las mujeres ayacuchanas?
Ahora que el terrorismo del Estado Islámico preocupa a la comunidad internacional (casi todos los países del mundo se solidarizaron con el pueblo hermano de Francia, entre ellos el Perú), es importante reflexionar sobre el porqué estamos llegando a estos niveles de violencia global. Naturalmente, las huestes del Estado Islámico, que están camuflados en todos los puntos del planeta, no se van a quedar con los brazos cruzados, actuarán seguramente con el odio que ha envenenado sus almas y no dudarán en continuar con sus ataques terroristas en París y expandirlo a Roma, Washington o Londres.
Desde este lugar del planeta, la Amazonía peruana, hacemos votos para que la guerra se detenga e intervengan los organismos internacionales y actúen como garantes de una paz sostenible. Abogamos por una comunidad más hermanada, y por una humanidad más solidaria. Nuestro pesar y condolencias con las familias francesas que lloran la pérdida de sus seres queridos; pero también, nuestro hondo dolor por los miles de niños que mueren en el fuego cruzado de la guerra en el Medio Oriente.
Que el príncipe de la Paz, nuestro Señor Jesucristo, ilumine a los hombres de buena voluntad, para reconstruir una comunidad internacional más justa y un pueblo global más pacificado, sin odios religiosos ni ideológicos. Shalom, Amén.