En busca de la verdad

Conocidos son los comentarios que hace la población, cuando siente que los fiscales no actúan drásticamente en hechos que a su juicio deberían tener el máximo castigo de la ley.
Con esto, la ciudadanía espera un comportamiento más estricto de los representantes del Ministerio Público, no solo para atenuar la actividad delictiva, sino para hacerles conocer a los facinerosos que la ley será dura con ellos, haciendo con esto una acción disuasiva que infunda temor entre los malhechores y que todos los delitos menores y mayores sean castigados con rigor, lo que depende de cómo esté hecha la acusación fiscal.
Para que en determinado momento se presente una acusación fiscal, quien lo hace, deberá tener la seguridad y la certeza de que los hechos investigados son merecedores de la aplicación de una condena por parte del juez.
Así, con todos los elementos meritorios en la mano, la justicia puede ser impartida sin que nada empañe su aplicación, para que nadie ponga en sospecha tal o cual cosa que podría desvirtuar una límpida administración de la ley.
En los últimos acontecimientos que se vienen investigando en las fiscalías respectivas, existen todavía vacíos que deben verse en los plazos establecidos.
Lo que la colectividad espera es que en todos los casos se lleve a cabo una investigación fiscal a fondo, que no quede nada fuera del consenso para que las sanciones sean bien aplicadas.
En suma, que el Ministerio Público nos devuelva la tranquilidad y la seguridad de que aquellos que ponen en peligro la integridad de las personas  y son actores principales de la inseguridad que vive la ciudadanía, estarán a buen recaudo.